El joven francés que quiere parecer un alien se opera en Vizcaya

Loffredo lleva a cabo todas estas cirugías estéticas en España, ya que en su país natal están prohibidas. Y se cuentan por decenas y algunas, de riesgo. El joven se ha realizado numerosos implantes subdérmicos circulares y ovalados en gran parte de su cráneo. También se ha oscurecido la esclerótica, una membrana blanca en la capa exterior del globo ocular, mediante la inyección de un colorante en la conjuntiva.

Su caso abre un debate sobre si los médicos deberían negarse a operarle y los límites de estas prácticas. Elías del Río, cirujano estético bilbaíno, asegura que el comité deontológico del Colegio de Médicos «no actúa de oficio si no se causa daño en la salud de la persona». Del Río aclara, sin embargo, que en este caso, aunque solo se trate de «un implante», es «muy cuestionable». Él no aceptaría operar al joven ya que «es evidente» que sufre algún «tipo de problema».

Con los procedimientos estéticos a los que se ha sometido, Loffredo pretende convertir su apariencia en la de un «extraterrestre negro», y asegura que aún está al 40% de la transformación. El francés publica las novedades de su cambio físico en sus redes sociales, 'The Black Alien Project', en donde sus seguidores pueden ver los detalles del 'proceso'. Su siguiente paso será eliminar el otro labio y cortarse dos dedos de cada mano para asemejarse más aún a un alienígena.

El joven, que habla castellano y reside en Barcelona, admite sufrir algunas complicaciones por las operaciones que se ha realizado. «El tatuaje de la lengua me provoca problemas para comer y hablar. Desde que me corté las orejas escucho mucho a las personas que están detrás de mí. Y al no tener nariz, siento más frío, me entra más aire», ha confesado.Este joven francés de trato «amable y sencillo», según personas que le han conocido, ha celebrado su 34 cumpleaños este puente, durante el que ha realizado escapadas turísticas por la geografía vizcaína. Se ha dejado ver desde el viernes por las calles de Bilbao, en el mercado de la Ribera, el Guggenheim, por Leioa, en el paseo de Ereaga, en la playa de Las Arenas o pasando el Puente Bizkaia hasta Portugalete.