Una inmobiliaria de Toledo compra un pueblo abandonado en Zamora

Treinta y tres años después volverá a cobrar vida después de que una inmobiliaria de Toledo haya comprado este pueblo abandonado que pertenece al término municipal de Fonfría. «Iniciativas Faos» es el nombre de esta inmobiliaria que ha abonado 300.000 euros para hacerse con las 44 casas, la escuela, la iglesia, la hospedería, el cuartel de la Guardia Civil y el bar que aún conserva Salto de Castro.

El precio final es ligeramente superior a los 260.000 euros por los que se había puesto a la venta en el portal inmobiliario Idealista a iniciativa de una familia gallega que era la última propietaria. «Habíamos recibido ofertas de países como Arabia Saudí, Brasil, Reino Unido o Rusia», reconoce Romuald Rodríguez, de Royal Invest Madrid, empresa que representa a los últimos dueños.

La nueva propietaria, la inmobiliaria toledana, tiene la idea de convertir Salto de Castro en una «aldea turística» aprovechando «el atractivo de su riqueza natural y paisajística ya que se encuentra en el Parque Natural de Arribes del Duero», explica Óscar Torres, consejero delegado de la Iniciativas Faos, que cuenta con el apoyo inversor de un grupo chileno. El proyecto prevé generar unos 50 empleos y cuenta como aval con la experiencia de esta inmobiliaria y promotora en la rehabilitación de viviendas y edificios históricos de Toledo como el Palacio de Lorenzana, del siglo XVIII; la Fábrica de Armas, del XVII o el monasterio de San Juan de los Reyes, del siglo XV. Además, gestiona varios hoteles y apartamentos turísticos en Toledo. Creada en 2015, su labor se centra en «la rehabilitación y el diseño de inmuebles o espacios interiores asegurando la mejor constructibilidad del proyecto mucho antes del inicio de la obra», indican desde la empresa.

Su próximo proyecto, la resurrección de Salto de Castro, que volverá a estar habitado, salvará a este pueblo abandonado de su destrucción pues hace meses Ecologistas en Acción alertó a la Junta de Castilla y León de los planes de sus anteriores dueños de demolerlo a pesar de que «podría ser restaurado para distintos usos al estar situado en una zona de indudable valor paisajístico y ambiental», según apuntaron en su día los ecologistas. Su deseo será ahora realidad con el futuro complejo turístico de Salto de Castro.