Incontinencia delictiva: un robo cada tres días, una detención cada cinco

Tanto es así que, en los dos meses que estuvo en libertad desde que abandonó la prisión el pasado mes de agosto, fue detenido en 13 ocasiones y, al menos, cometió presuntamente 23 robos y hurtos. Los robos con fuerza los llevó a cabo concretamente los días 25, 27, 30 y 31 de agosto; 6, 24, 28 y 30 de septiembre; 8, 20 y 29 de octubre; y, 2 y 3 de noviembre, según consta en el informe policial. Su incontinencia delictiva le llevó a infringir el Código Penal cada tres días y protagonizar un arresto cada cinco.

En estos casos de multirreincidencia, los policías nacionales adjuntan en las diligencias que entregan en el juzgado un informe en el que reflejan las veces que ha sido arrestado. Pero, en este caso, los juzgados de guardia decretaron su puesta en libertad provisional en cada uno de los delitos de pequeña entidad que fue cometiendo.

Finalmente, la Policía Nacional le paró los pies a principios de este mes, después de que cometiera el enésimo robo con fuerza. En esta ocasión, en una iglesia del barrio Infante don Juan Manuel de Murcia. Para romper la puerta de entrada, empleó a modo de ariete un carrito para la compra. Una vez en el interior, sustrajo el contenido de una hucha con la recaudación de las donaciones destinada a la ONG de Cáritas. El robo fue grabado por las cámaras de seguridad instaladas en el templo, algo que permitió su identificación por los agentes expertos de la Unidad de Policía Judicial, que no tuvieron dudas de que se trataba de un viejo conocido del entorno delincuencial. Así, fue localizado y detenido, otra vez. En esta ocasión, le imputaron dos robos con fuerza: uno, cometido un día antes en el interior de un vehículo, y el de la hucha del templo católico. El titular del juzgado en funciones de guardia de Murcia, donde fue trasladado, entendió que ya era suficiente y dispuso su reingreso en prisión. «Cada robo, aunque sea de escaso valor y no se emplee violencia, crea una gran inseguridad en la ciudadanía», aseguran desde la Policía Nacional de Murcia.

El multirreincidente suele ser un delincuente muy enganchado a las drogas y ese es uno de los principales motivos por los que delinquen. Roban cualquier objeto que sea susceptible de ser vendido para obtener dinero constantemente o intercambiarlo por la dosis diaria. Cada día consumen, por lo que cada día, si pueden, roban y de ahí viene, en parte, la reincidencia. «Se trata de un tipo de delincuente que no es muy cuidadoso a la hora de cometer los hurtos. Son en su mayoría españoles, de mediana edad, entre 35 y 50 años, con una larga carrera delictiva, adictos a las drogas», describen fuentes policiales.

A finales del mes de septiembre, Instituciones Penitenciarias presentó un informe en el que destacaba que el 80% de los presos que cumplen su condena y logran la libertad no vuelve a la cárcel por nuevos delitos. Esto supone que solo dos de cada diez reclusos delinque otra vez y regresa a prisión, y la mitad de los reincidentes lo son en los primeros tres años tras alcanzar la libertad. El documento hace también una radiografía del perfil de quien reincide, que está en consonancia con la descripción de los policías: un hombre (94,9% de los casos), de nacionalidad española (88,6%) y que tiene entre 31 y 50 años (64,6%).

El informe, no obstante, pone la lupa en el tipo de delitos para conocer si un exconvicto ha regresado a la cárcel en diez años por la misma infracción penal o por otra distinta. En este punto es donde aparece el tipo de delincuente compulsivo. La mayor tasa de reincidencia por el mismo delito se da en los robos y hurtos. «Un 76,29% de las personas que habían cumplido condena por ellos vuelven a cometer un robo» y añade que algo más de la mitad de las personas reincidentes (53%) volvieron a cometer el delito en el transcurso de los primeros tres años desde su excarcelación.