Una imagen para la liberación

Una de las caras le llamó enseguida la atención. La había visto. Estaba convencido de que se había topado en la tienda de ropa en la que trabaja en Asheville, ciudad de Carolina del Norte. Se cercioró de nuevo y llamó a la Policía. Había localizado gracias a la televisión a Kayla Unbehaun, una niña que había desaparecido seis años antes. Días después y tras cerciorarse de la identidad de la menor, los agentes detuvieron a su madre, Heather, por secuestro.

La joven tiene ahora 15 años y fue raptada cuando apenas tenía nueve años en South Elgin, una localidad situada a unos 65 kilómetros de Chicago, en el norte del país y a más de 1.100 kilómetros de donde fue localizada. Kayla vivía en esta ciudad con su padre Ryan Iskerka. En el litigio por quién vivía con la pequeña, el padre había obtenido la custodia completa de Kayla a principios de 2017. Ella pedía ver a su hija siempre y cuando estuviera autorizada. Uno de estos encuentros coincidía con el Día de la Independencia de EE UU (4 de julio) y ambas se iban a ir de acampada. Cuando el 5 de julio fue al punto de encuentro para recoger a su pequeña, no apareció nadie.

Comenzó entonces una búsqueda incesante por parte de Ryan, que usó el altavoz de los medios de comunicación y las redes sociales con la ayuda del Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC, según sus siglas en inglés) durante todo este tiempo para encontrar a su hija.

La persistencia de Ryan ha tenido un final feliz. «Quiero agradecer a todas las agencias que ayudaron en el caso», comentó en un comunicado el feliz padre que pedía «privacidad» en este nuevo camino. Porque ahora Ryan y Kayla deberán iniciar un proceso de adaptación después de tanto tiempo separados. Aunque, primero, Kayla estuvo en un centro de menores para ver cómo se encontraba; su madre, mientras tanto, pudo pagar la fianza de 250.000 dólares y se encuentra en libertad a la espera de juicio.

El FBI contabilizó el año pasado 359.094 casos de niños desaparecidos. Es decir, cada día se comunicaban a las autoridades 983 ausencias de menores de edad, aunque la agencia policial aclara que un niño puede protagonizar varios casos. La NCMEC, por su parte, atendió 27.644 incidencias que, en su mayoría, son jóvenes que se han escapado de su hogar.