El 'Ikea vasco' y sus muebles 'feos' por un euro

La firma vasca Muebles Lufe lanza una ingeniosa iniciativa para dar salida a aquellos artículos que han sido devueltos por tener imperfecciones, como vetas o nudos

Virginia Melchor

Miércoles, 8 de febrero 2023, 18:14

Eder fue rechazado por tener «cara de alien», Ninao por ser «demasiado natural», Testa por tener «formas extrañas», Buru por ser «de veta gruesa»... Todos ellos son muebles con nombre propio, de madera de pino y aire nórdico, que alguien devolvió por no aceptar sus ... imperfecciones. ¿Su culpa? Ser como son. Es decir, de madera maciza ecológica, un material de estética tan caprichosa como la propia naturaleza. Abandonados por diferentes y únicos, hoy buscan una segunda vida en un nuevo hogar, donde entiendan que no son raros por tener nudos y vetas, sino especiales. Para celebrar su belleza singular y mostrarla con orgullo, llega a Euskadi la tienda de los 'muebles feos'. «Cada uno es diferente por la propia riqueza de la madera, el problema es que algunas personas interpretan sus cualidades como defectos. Queremos ponerlas en valor, porque nos negamos a fabricar algo homogéneo que parezca plástico», explica Enrique Arrillaga, fundador de Muebles Lufe, conocido como el 'Ikea vasco'.

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Desde este miércoles y hasta el sábado, estos 'muebles feos' se pueden contemplar en la exposición que la firma vasca presenta en el mercado de la Bretxa de San Sebastián. Allí habrá una selección de piezas para «reivindicar la belleza de la madera natural y la importancia de reducir desperdicios». Pero, además, quienes tengan un euro y espacio en casa, ya pueden 'salvar' uno de estos 40 muebles con imperfecciones a través de la página web. Tras elegir sus favoritos y rellenar un formulario, entran en el sorteo de estas piezas únicas, que se realizará el próximo 22 de febrero. El pago se efectúa cuando se conozca quién se lleva el mueble 'feo' en cuestión. «Hemos recibido más de 18.000 peticiones en un día. ¡Menudo éxito!», celebra Enrique. Una ingeniosa idea que ha sido aplaudida por los más de 252.000 seguidores de la firma vasca en Instagram. «Yo soy de la que va al súper y busca la sección de frutas y verduras feas, no podría estar más contenta», «Me encanta el olor a madera natural» o «Mi casita del pueblo tiene vuestros muebles, lo natural nunca puede ser feo», son algunos de los comentarios que han recibido tras compartir esta curiosa iniciativa.

Enrique Arrillaga (Eibar, 55 años) creó Muebles Lufe en 2014, después de dos décadas en el negocio de la madera, en el que se inició junto a su padre. «Hacíamos unas puertas de pino macizas chulísimas pero no vendíamos las suficientes y el negocio fue cayendo. Llegamos a tener 47 empleados y terminamos solo diez, estuvimos seis años perdiendo dinero, entramos en concurso de acreedores, empeñé todo...», recuerda.

Pero se las ingenió para sacar provecho a su pasión por la madera. Un amigo les dejó a él y a su mujer, Marta Quiroga, una esquinita en su empresa de muebles para montar una tienda 'online' en la que empezaron a vender una sencilla cama de madera por 20 euros. Ese primer mes facturaron 4.000 euros, que fueron 20.000 al año siguiente. Las previsiones para este 2023 es llegar a 16 millones de euros. Les acompañan desde el principio Jose Mari y Pablo, antiguos empleados del padre de Enrique. Pero en estos nueve años se han sumado 46 personas más al equipo.

Fabrican toda clase de muebles: camas, mesas, armarios, estanterías, cómodas... de trazo recto y acabado en madera natural. Pino insignis que viene de pinares radicados en Euskadi, como el de Aizarnazabal (Gipuzkoa), que se ve magnífico desde la oficina que Enrique regenta en la localidad guipuzcoana. Una nave de 6.000 metros cuadrados que se les ha quedado pequeña. «Hoy tenemos 200 pedidos al día». Triunfan con sus literas y sus camas apilables, que son a ras de suelo y siguen la filosofía Montessori. Eso sí, uno de sus artículos más originales son los troncos de madera con ruedas, «perfectos para dejar el café al lado del sofá o para usar como taburete».

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«Los muebles son baratos porque fabricamos grandes cantidades y no tienen apenas elaboración. Se pulen las esquinas, se agujerean y se lijan. Se venden al natural o en barniz de madera o blanco, lo que nos pida el cliente», explica Enrique. En 2022 utilizaron 3 millones de kilos de madera ecológica natural para fabricar 1.844.000 piezas. «La mayoría de nuestros clientes son de Cataluña y Madrid, pero desde el año pasado también tenemos presencia en Francia y Portugal. Y ahora queremos expandirnos a Alemania e Italia»

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