Juanma Agulles
«La idea de que la mujer que está en la calle es una mujer pública está muy arraigada»Secciones
Servicios
Destacamos
Juanma Agulles
«La idea de que la mujer que está en la calle es una mujer pública está muy arraigada»Durante catorce años, el sociólogo Juanma Agulles (Alicante, 1977) trabajó en un albergue para personas sin hogar. Mientras preparaba su tesis doctoral –'La caridad y la terapia' sobre la exclusión residencial de los que viven en la calle–, hablaba con los usuarios, a los que ... retrata bajo pseudónimos como el señor Hyde o la señora Bovary en su libro 'Vagabundias. Criminales, vagos, putas y locos' (Pepitas ed.). Estas historias le sirven para desplegar una serie de reflexiones sobre el modelo de ayuda que la sociedad brinda a las personas que carecen de un lugar donde vivir. A partir de algunas citas de su libro, Agulles habla de su experiencia en este lugar.
–Usted escribe: «No era una cárcel ni un hotel, aunque tenía similitudes con ambas».
–Me parecía paradójico que, cuando alguien se saltaba la normativa exhaustiva que reglaba el albergue, le decían: nadie te obliga a estar aquí, esto no es una cárcel. También le decían que no era un hotel. Pero tiene semejanzas con ambas. No es cárcel pero hay un control de la vida privada, todo está regulado. Y no es un hotel pero había personal que hacía la comida, la colada y la limpieza.
–También que «una de las actividades cotidianas más importantes para los que allí residían era la búsqueda de empleo».
–En un albergue lo último que se ofrece es una vivienda y hay obstáculos constantes. Por ejemplo, había gente con trabajo, pero los horarios del albergue no eran compatibles con los de su empleo. Además que ya supone un problema no tener domicilio o que llamen a la centralita y responda un profesional.
–«Culpar a los pobres de su propia condición ha sido uno de los mayores éxitos ideológicos».
–En la lucha contra la pobreza muchas veces se lucha contra el pobre. La responsabilidad de la sociedad, se voltea hacia la persona y se le pregunta: ¿qué has hecho tú para estar en esta situación? Yo lo he visto. El sujeto debe cumplir itinerarios de inserción laboral, pero nunca se cuestiona la estructura en la que se va a insertar. No se busca la razón por la que cada vez más grupos se encuentran en esa situación marginal frente al discurso de la felicidad constante.
–Retrata al 'señor Russell', que decía que no tenía vivienda porque «llas casas no eran gratis».
–El problema de la persona que termina en la calle puede tener varias causas, pero en el fondo está la falta de acceso a la vivienda. Ante la pregunta que le hacían a un usuario (¿por qué estás en la calle?), el anteponía otra (¿por qué no tengo vivienda?). Desde la atención no cabe el cuestionamiento de la estructura de la propiedad inmobiliaria. Es más fácil decirle qué tiene que hacer para pagar un alquiler, aunque para las personas en edad de jubilación esos consejos rayen en el absurdo. No soy ingenuo y no creo que la casa resuelva todos los conflictos, pero haría más amplio el enfoque del problema.
–Asegura que al final «muchas personas se apropiaban del relato de sus faltas personales».
–Sí, había otras personas que sí creían que sus faltas personales las habían llevado a esa situación, porque se lo repetían todos los días. Cae su resistencia porque se juegan una plaza allí y la alternativa es irse a la calle a dormir. También había gente que salía por su propio pie por falta de acuerdo con los profesionales.
–Cuenta que con usuarios conflictivos «aparece la fórmula: 'caso de salud mental sin diagnosticar'».
–Sí, las conductas de personas que distorsionaban la convivencia era complicado de gestionar en un espacio de personas con distintas trayectorias vitales y problemáticas. Les exigían tomar una medicación que les producía un estado de sedación, lo que al salir a la calle resultaba peligroso.
–«El discurso xenófobo y excluyente se iba abriendo paso».
–Al principio había expresiones contenidas, pero a partir de la crisis fueron evidentes las pugnas por la identificación de quién merece un subsidio, quién puede estar aquí. No era mayoritario, pero vi cómo esos discursos xenófobos, que se centraban en la legitimidad del otro, tenían consecuencias reales. Vi cómo crecía.
–La usuaria 'Madame Bovary' era muy independiente, lo que «despertaba la sospecha (…) de ejercer la prostitución».
–La idea de que la mujer que está en la calle es una mujer pública está muy arraigada. Pero ellas tenían que defenderse de los requerimientos de los novios que les salían en el camino y de las sospechas de los profesionales sobre si recurrían a la prostitución. Entiendo que haya preocupación en que alguien ejerza la prostitución pero nadie se cuestiona que trabaje diez horas al día y seis días a la semana por 600 euros, que es también una explotación y no escandaliza a nadie.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.