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Abel Verano
Santander
Viernes, 5 de abril 2024, 13:43
Un hombre acusado de violar a una mujer con su perro ( se detectó la presencia de semen no humano en su cuerpo) y hacerlo él también, además de lesionarla y someterla a un trato vejatorio ha aceptado una pena de trece años. Por estos hechos ... inicialmente la Fiscalía solicitaba 20 años de cárcel, pero que se han reducido al aplicarse la atenuante analógica por drogadicción.
El acusado ha admitido los hechos este viernes en el juicio celebrado en la Sección Primera, en el que la víctima se ha ratificado en lo denunciado, según recoge Europa Press. De esta forma el procesado será condenado por un delito de violación, con la agravante de trato vejatorio y uso de armas, y otro de lesiones, por los que reclaman once y dos años de cárcel, respectivamente. Y además, por el primer ilícito será castigado ocho años de libertad vigilada tras la salida de prisión (dos menos que antes), en tanto que mantienen la indemnización de 16.700 euros por las lesiones, secuelas y daño moral causado.
Durante el juicio, el hombre ha reconocido los hechos que se le imputan, aunque ha señalado que no recuerda «muy bien» lo que ocurrió esa noche. También ha admitido que había consumido alcohol y cocaína y que, según un informe forense, podría haberle afectado «siquiera levemente» sus facultades. «No sabía lo que hacía», ha alegado él durante el interrogatorio ante la Sección Primera de la Audiencia.
Por su parte, la víctima ha declarado a puerta cerrada, a petición de su letrada y con el criterio en contra de la Fiscalía, y se ha reafirmado en lo denunciado. Según ha expuesto su representante legal en el informe final del plenario, la mujer ha manifestado que el hombre «se volvió loco» y estaba «fuera de sí» tras el consumo «excesivo» de sustancias estupefacientes y bebidas, que ella también había ingerido.
La acusación particular cree que es «ajustada» la pena y también la atenuante aplicada, así como la cuantía impuesta en concepto de responsabilidad civil, en tanto que el ministerio público ha abogado por «ser justa» con la situación, teniendo en cuenta el reconocimiento de unos hechos «reprochables» y la gravedad de los mismos, especialmente el carácter «especialmente vejatorio».
La denunciante y el acusado se habían conocido días antes de los hechos, que tuvieron lugar en el domicilio de él y en el que ella llevaba permaneciendo de forma voluntaria durante unas jornadas. Antes de lo ocurrido, ambos habían estado consumiendo cocaína y él, además, alcohol, lo que derivó en una «fuerte agresividad» por parte del procesado, que comenzó a agredir a la mujer, a la que arrastró a una habitación e incluso amenazó con pegarle dos tiros con una pistola que le colocó en la sien y en la boca. Después, cogió un cuchillo y le hizo un corte en la cara, al tiempo que le decía que la iba a rajar. En un momento dado, la obligó a desnudarse y la penetró anal y vaginalmente, golpeándola luego con distintos objetos y llegando a violarla con su perro. Cuando él se quedó dormido, ella aprovechó para salir de la casa.
A consecuencia de los hechos, la víctima sufrió lesiones en distintas partes del cuerpo y en los análisis de las muestras tomadas se detectó semen no humano. En el registro de la vivienda se encontró un machete, un hacha, un pincho de grandes dimensiones, una navaja y un revolver con dos balas.
En el momento de los hechos, el acusado presentaba un trastorno por consumo de drogas de larga evolución y otro del control de impulsos, lo que afectaba moderadamente a sus facultades intelectivas y volitivas, de ahí la atenuante y la rebaja de pena solicitada.
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