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Jorge Pastor
Granada
Miércoles, 24 de abril 2024, 13:56
No ha habido que excavar mucho, menos de medio metro, para que afloraran restos en el yacimiento número diecisiete del Barranco de Víznar, un paraje donde se estima que hay enterrados unos 200 seres humanos asesinados por los sublevados en los meses posteriores al golpe ... de Estado del 18 de julio de 1936 contra el Gobierno de la República, con el que se inició la Guerra Civil. En ese agujero de 2,20 metros de alto por 1,50 metros de ancho se han localizado, por ahora, los cuerpos de diez adultos.
«La gran singularidad es que estaban maniatados por la espalda, a la altura de la cintura», comenta el director de las excavaciones, Francisco Carrión. «Es la primera vez que se da esta circunstancia en los 124 esqueletos que hemos hallado desde que comenzamos el proyecto en 2021», añade el profesor de la Universidad de Granada.
Las exhumaciones han comenzado este miércoles por la mañana. Los estudios previos barajan como principal hipótesis que se trate de diez personas mayores de edad. Hasta que se hagan los análisis, es imposible aportar una fecha cien por cien verosímil del fallecimiento. Llevaban ropa que no era de abrigo, por lo que podríamos deducir que ocurriera en agosto o septiembre de 1936. La investigación se centra en el intervalo de tiempo comprendido entre el 24 de agosto y el 23 de noviembre de ese año, porque así figura en la 'contabilidad' que llevaba el capitán Nestares, recogida en un libro del periodista Eduardo Molina Fajardo.
Respecto a los restos materiales, por el momento se han encontrado botones, suelas de zapatos, un cepillo de dientes, prótesis dentales y varios objetos metálicos -posiblemente pesetas y céntimos acuñados durante el reinado de Alfonso XIII-. No se han hallado, sin embargo, las bridas con las que fueron atados ni tampoco proyectiles. No hemos de olvidar que hablamos de objetos que llevan casi noventa años bajo tierra.
Respecto a cómo acabaron con su vida, sí queda claro que fueron ejecutados. Es decir, les dispararon a corta distancia de rodillas o de pie. «Es el procedimiento más despiadado por los verdugos», comenta Carrión. El fusilamiento, que es el otro método, implicaba la participación de un pelotón y la disposición de las víctimas en el paredón.
Tampoco se conoce nada de la procedencia de estos diez finados. Gracias a las fuentes documentales, se sabe que podían proceder de cualquier punto de la provincia e incluso de fuera de Granada. Víznar era uno de los centros administrativos de los militares y ahí eran llevados muchos detenidos que luego eran ajusticiados. Las horas previas las pasaban en la Colonia de Víznar, una casa que era utilizada antes de la Guerra para hacer campamentos de verano. Ahí estuvieron el poeta Federico García Lorca junto a los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas y el maestro Dióscoro Galindo.
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