Miles de aves contagiadas en el mundo, millones más sacrificadas, subida de precios del pollo, del pavo y de los huevos y sobre todo, una alerta mundial entre los científicos, que ven con angustia la epidemia de gripe aviar que está castigando a todos los ... continentes, pero especialmente a Europa. El contagio masivo de visones en una granja peletera de Galicia ha sido la última y más preocupante señal de alarma. La gripe aviar se acerca a los humanos y los científicos advierten: una pandemia de este virus o de alguno similar es cada vez más probable.
Hace dos semanas, epidemiólogos de todo el mundo dirigieron sus miradas al pueblo de Carral, a 22 kilómetros de La Coruña, donde decenas de visones americanos habían muerto en octubre a causa de una neumonía hemorrágica. Un grupo de investigadores encabezado por la española Montserrat Agüero ha planteado que los animales pudieron morir después de que los contagiaran aves silvestres (por ejemplo, gaviotas y alcatraces) cuyos cadáveres aparecieron justo en esos días en playas gallegas. Los visones tenían gripe aviar H5N1 con una nueva mutación denominada T271A, similar a la de la gripe porcina que saltó a humanos en 2009. Los once trabajadores de la granja guardaron diez días de cuarentena y ninguno se contagió, pero los científicos interpretan el salto del virus de las aves a los visones como el último aviso antes de que el H5N1 infecte masivamente a los humanos.
La gripe aviar no es un enemigo nuevo. Fue identificada por primera vez en Italia en 1873, hace 150 años, aunque hasta 1955 no fue descrita como un influenzavirus del tipo A, la familia que causa también la gripe humana. En 1997 se asoció por primera vez a contagios con humanos, 18 casos en Hong Kong, y desde 2003 se han infectado 870 personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con una altísima tasa de mortalidad del 50%, cuando en el SARS-CoV-2 está entre el 1 y el 2%. «La gripe aviar se transmite con dificultad entre pájaros y humanos, pero la situación puede empeorar si existe un huésped intermedio», explica Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca.
Así, el miedo por el contagio de los visones está más que justificado. «Sabemos que los cerdos actúan como una 'coctelera' de influenzavirus porque pueden ser contagiados a la vez por virus humanos, aviares y porcinos, y todos ellos tienen una gran capacidad de mutar. De esa mezcla puede surgir una quimera, un virus 'Frankenstein' que esta vez sí, ataque a los humanos. El gran temor ahora es que los visones sean también 'cocteleras'», afirma Rivas.
Si la pandemia fuera una lotería macabra, el mundo estaría en estos momentos comprando muchos números. 2022 fue el peor año de la historia de la gripe aviar, con Europa en un papel protagonista. Según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 se notificaron 2.520 brotes en aves de corral, 227 brotes en aves cautivas y 3.867 detecciones en aves silvestres en 37 países europeos, desde Finlandia hasta Portugal y desde Rusia hasta Reino Unido, con 50 millones de aves sacrificadas.
Pingüinos en Sudáfrica
La situación no es mucho mejor en el resto del mundo. En Estados Unidos, 58 millones de aves han fallecido en los últimos diez meses por la enfermedad, en Perú han aparecido muertas 22.000 aves silvestres solo en las últimas semanas, en Sudáfrica se han encontrado decenas de cuerpos de pingüinos contagiados y Corea del Sur, ejemplo mundial de control de enfermedades infecciosas, acaba de registrar su primer caso en seis meses. España no es uno de los países más afectados, pero desde el 4 de enero del año pasado al 18 de enero de 2023, el Ministerio de Agricultura computó 149 focos de H5N1 en aves silvestres en 31 provincias, tres en aves cautivas y 37 focos en explotaciones avícolas en seis provincias, con dos millones de aves sacrificadas. Y las malas noticias no acaban ahí. La gripe aviar era antes una enfermedad que se limitaba en el tiempo a los meses más fríos; ahora también se detecta en verano. «Lo que nos indica este dato es que la enfermedad, muy probablemente, ya es endémica en Europa», subraya Raúl Rivas.
Los científicos advierten de que cada uno de los brotes de gripe aviar es un décimo que aumenta las posibilidades de una enfermedad respiratoria humana. Más aves contagiadas implican más interacción con otros animales y, por tanto, más riesgo de que el virus mute (en un cerdo, en un visón, en animales domésticos como perros y gatos o en carroñeros que se alimenten de cadáveres infectados), salte a los hombres convertido en un patógeno potencialmente mortal y luego se contagie entre humanos por secreciones o por aerosoles, como sucede con la covid-19.
El 18 de enero, la OMS notificó el contagio de una niña de 9 años en Ecuador por contacto con aves domésticas y el organismo sanitario lanzó un aviso global: «La diversidad de virus de la gripe de origen zoonótico que han causado infecciones humanas es alarmante, lo que obliga a reforzar la vigilancia tanto en poblaciones animales como humanas, a investigar a fondo cada infección zoonótica y a prepararse frente a pandemias».
A la espera de una vacuna en aves que ya se está probando en Francia, Italia y Países Bajos, los científicos ponen el foco en la prevención, pero a la vez son conscientes de las dificultades de controlar una epidemia transmitida por pájaros, que no conocen fronteras ni barreras. La asociación ecologista Greenpeace reclama el cierre progresivo de la ganadería industrial porque este tipo de explotaciones genera la «tormenta perfecta para la transmisión de enfermedades de la fauna y flora silvestres a las personas», asegura Luís Ferreirim, responsable de agricultura de la entidad. «El modelo es destructivo, ya lo estamos viendo, y no solo por la gripe aviar, sino también por la deforestación, el consumo de agua o la contaminación de los ríos que están junto a las granjas. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así?», se pregunta Ferreirim.
Dos trabajadores de Guadalajara, los casos españoles
Dos trabajadores de 19 y 27 años de una granja avícola de Guadalajara fueron, en octubre, los primeros contagiados detectados en España en este brote mundial de H5N1. Las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha investigaron primero el fallecimiento de un gran número de aves en una granja situada a menos de diez kilómetros de otra previamente afectada y según detalla el Ministerio de Sanidad en su último informe sobre esta enfermedad, el 23 de septiembre los doce trabajadores de la explotación fueron sometidos a pruebas PCR en exudado nasofaríngeo (similar a los que se utilizan para detectar gripe A o covid).Todos ellos eran asintomáticos, aunque la secuenciación posterior de las muestras en el Centro Nacional de Microbiología confirmó los dos positivos. Los sospechosos se aislaron en su domicilio y sus contactos estrechos fueron vigilados, pero ninguno mostró síntomas de la enfermedad, igual que sucedió con los empleados de la explotación de visones de Carral, donde tampoco se registraron contagios. Protocolo en las granjasDe cualquier forma, los focos en granjas avícolas y peleteras han empujado al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas a endurecer los protocolos. En las 23 granjas explotaciones de visones de España (la mayoría de ellas, ubicadas en Galicia) los trabajadores llevan mascarilla y se toman la temperatura tanto al inicio como al final de la jornada laboral. El cuidado es máximo porque la situación lo requiere. El documento de las autoridades sanitarias vuelve a advertir del peligro de este virus: «La capacidad de un virus de la gripe aviar para establecerse y mantenerse en los mamíferos es limitada debido a las diferencias que existen en los receptores celulares [...] Sin embargo, una vez que el virus se adapta a un mamífero, podría propagarse fácilmente».
Un huevo por un euro
La gripe aviar amenaza la salud pública, pero también la salud de los bolsillos. Además de la guerra de Ucrania, de la inflación y de la energía, la subida del precio de la carne y de los huevos se explica por el ataque de la enfermedad a las aves de corral. «Las granjas que detectan el virus eliminan a todos los animales y las explotaciones que están a tres kilómetros de un foco también se someten a un proceso de vigilancia que penaliza a los ganaderos», cuenta Mar Fernández, directora de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo). El sector asume que la producción «está en riesgo por culpa de un virus con alas», pero lamenta que la Unión Europea se plantee precisamente ahora «reducir las ayudas a los afectados por las enfermedades animales». «Existe una tensión con los productos de las aves en todo el mundo», agrega Fernández. Y es cierto: en Estados Unidos, a finales de noviembre, los tradicionales pavos del Día de Acción de Gracias nunca habían estado tan caros y en las últimas semanas, el país vive una enorme crisis de abastecimiento que ha llevado a supermercados de California a vender la docena de huevos a más de diez dólares (casi un euro por unidad). La escasez ha impulsado el contrabando, y por la difusa frontera entre México y su vecino del norte ya no solo pasan inmigrantes irregulares, armas o droga, sino también cartones del nuevo tesoro con forma ovalada.