El Gobierno exime de IRPF las ayudas por el volcán y suspende las tasas aéreas

Pedro Sánchez anunció a los trabajadores y empresarios del sector turístico de la isla, muy dañado por efecto de la eclosión del Cumbre Vieja, que para apoyar su recuperación, tanto en los que queda de año como en todo el ejercicio próximo, el Consejo de Ministros acordará bonificar en un 100% las tasas de todos los vuelos con destino a La Palma, para abaratar los precios de los desplazamientos.

El presidente del Ejecutivo español también se comprometió durante su estancia en la isla a que transferirá de inmediato los 18,8 millones de euros que anunció el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para aliviar las pérdidas que están sufriendo los ámbitos agrícola y pesquero de este territorio. La asociación de productores de plátanos de Canarias agradeció a Sánchez la línea de ayudas, pero avisó que tendrá que aumentar lo antes posible el presupuesto, pues sus cálculos indican que la erupción ha causado a este subsector palmero unas pérdidas de al menos 100 millones de euros. Las coladas han destruido unas 160 hectáreas de plataneras.

Sánchez anunció una segunda medida pensada para aliviar los problemas de los empresarios y trabajadores de las explotaciones de plátanos. Según explicó, este fin de semana partirá de la base naval gaditana de Rota el buque 'Castilla' de la Armada, que se trasladará a La Palma para poner sus cuatro lanchas de desembarco al servicio de los operarios y encargados de las plantaciones de plátanos aisladas por tierra por las coladas de lava.

El buque partirá del puerto de Tazacorte y, con ayuda de las lanchas, trasladarán a los agricultores hasta la zona costera próxima a las explotaciones. Cada una de las barcas es capaz de llevar a tierra a 80 personas y el operativo se mantendrá durante el tiempo que sea necesario.

La erupción del volcán continúa, así como las explosiones y el lanzamiento diario a la atmósfera de decenas de miles de toneladas de gases tóxicos, pero las coladas de magma llevan días estabilizadas. La tierra arrasada roza las 1.000 hectáreas, unas 283 de cultivos (plátanos, vides y aguacates), con más de 2.700 edificaciones destruidas.

La ceniza lanzada por el volcán cubre decenas de kilómetros a la redonda del cráter, con una altura de casi tres metros en algunos lugares. Tanto los vecinos, en los puntos más accesibles, como los militares de la UME, en los lugares más peligrosos, sobre todo tejados, tratan de evitar que este manto pardo incremente los daños.