El Gobierno cierra la puerta a repatriar a la valenciana accidentada en Tailandia

«Fue triste. No me gustó». Amparo Pardo, la alcaldesa de Godelleta, la localidad originaria de Ángela, la joven valenciana que está ingresada en Tailandia desde el pasado 6 de octubre tras sufrir un accidente de moto en el país asiático, aún sigue entre sorprendida y decepcionada por lo ocurrido el pasado jueves 24 de octubre a mediodía cuando el Gobierno dio un portazo, parece que definitivo, a las opciones de ayudar a la familia a repatriar a la hospitalizada.

Pasaban unos minutos de las 12 del mediodía cuando, desde la centralita del Ayuntamiento, le pasaron una llamada de una persona que decía ser la ministra de Defensa, Margarita Robles. Siempre según la versión de la máxima autoridad municipal, ésta le dijo, en primer lugar, que su labor era «gestionar los tributos de todos los españoles de la forma más adecuada posible», por lo que no iban a fletar un avión para traer a la joven. Además, y siempre según relató Pardo, Robles le comentó que los aviones medicalizados con los que cuenta el Ministerio de Defensa «se encontraban en una misión en Canarias», por lo que no podían desplazarse a Tailandia.

Durante los 18 minutos y 51 segundos que duró la conversación, la titular de Defensa también reprochó a la alcaldesa el hecho de que vieran como un agravio el traslado en abril de un ciudadano vasco mediante un avión medicalizado del Ministerio: «Me dijo que nos enteráramos mejor de las cosas antes de hablar» y le explicó que la familia de este ciudadano vasco se había gastado previamente 500.000 euros en la contratación fallida de dos aviones medicalizados, por lo que, tras la segunda alternativa errada, el Ministerio sí había puesto en sus manos sus propios medios.

Según Pardo, Robles se comprometió a aportar un avión medicalizado si se daba un caso similar con la familia de Ángela, es decir, que hubiera dos contrataciones que no salieran adelante. «Nosotros somos familias humildes, no podemos sacar 500.000 euros del bolsillo como si nada», añadió la alcaldesa de la localidad, quien además le recordó a Robles que a estas cantidades había que descontar lo que hubiera que tributar a Hacienda. «Ahí ella me dijo que me había llamado para hablar de personas, no de tributos», siguió relatando la alcaldesa, quien sí destacó «el detalle» de la ministra de llamarle aunque no le dijera lo que le hubiera gustado: que iban a ayudar a Ángela.

«También me dijo que hay mucha gente por el mundo y que no podían estar trayendo a todos los que lo pidieran», agregó. Pardo le replicó que el dinero de los impuestos «se debe invertir en los ciudadanos españoles».

Una vez que la familia ya es consciente de este escenario, que el Gobierno no va a ayudarles en la repatriación de Ángela, los allegados ya se están moviendo para poder contratar esta misma semana el avión medicalizado.

La buena noticia, frente al rechazo del Gobierno, viene del estado de salud de Ángela, a quienes los doctores ya le han dado el ok para poder volar esta misma semana. Aunque aún tiene algunos picos de fiebre, estos están controlados, y la inflamación del cerebro ya se ha estabilizado, por lo que Ángela no tendría problemas en soportar la presión de volar a miles de metros de altura cuando la familia concluya con los trámites y cuente con el avión medicalizado. Cuando vuelva a la Comunitat, seguirá ingresada en La Fe para continuar con su recuperación.

La familia de Ángela está decepcionada con la respuesta del Ministerio de Defensa: «El Gobierno nos ha dejado tirados», ha apuntado Diego, su hermano. Pero, por otra parte, respira algo más optimista gracias a la evolución positiva de la joven, que este lunes cumple ya 22 días desde que tuvo el accidente.

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