Francisco pide perdón a los indígenas de Canadá por los abusos en los internados

Después de escuchar los escalofriantes testimonios de varios representantes indígenas, que iban ataviados con vistosos penachos de plumas e incluso le ofrecieron una pipa tradicional, el Papa mostró su «indignación y vergüenza» debido a las privaciones, discriminaciones y abusos de todo tipo que sufrieron. También se comprometió a acompañar estas palabras con un gesto que le habían pedido los pueblos nativos: una visita a Canadá, que podría tener lugar en el próximo mes de julio.

En este nuevo 'mea culpa' por los atropellos cometidos por la Iglesia católica, el Papa explicó que la «vergüenza» que le provoca esta situación se debe particularmente a lo que ocurría en las escuelas católicas, donde se internaba a la fuerza a los hijos de las familias indígenas. En ellas tuvieron lugar «abusos y la falta de respeto hacia su identidad, su cultura y hasta sus valores espirituales», lo que resulta contrario «al Evangelio». Esa «deplorable conducta» llevó a Bergoglio a pedir «perdón» y asegurar que estaba «muy dolido».

Alrededor de 150.000 niños pasaron por estos internados católicos canadienses entre 1863 y 1998, donde se trataba que olvidaran sus lenguas, costumbres y religiones para que asimilaran la cultura occidental cristiana. El proyecto Missing Children documentó que 4.100 pequeños habrían fallecido en estas escuelas a consecuencia de enfermedades, hambre y frío. Aunque se hablaba de los abusos que se cometían en estos centros desde hace décadas, no fue hasta el año pasado cuando estalló una gran polémica en Canadá al descubrirse una nueva fosa común con los restos de 215 niños en la antigua residencia escolar para niños indígenas de Kamloops, al oeste del país, que estaba gestionada por las religiosas Oblatas de María Inmaculada.