Francia quiere garantizar el derecho al aborto en su Constitución

Según el portavoz del gobierno, Olivier Verán, «la igualdad entre hombres y mujeres pasa también por la afirmación absoluta del derecho de las mujeres a disponer de sus cuerpos y a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo. Esta libertad, que está hasta ahora garantizada por la ley, será un derecho fundamental grabado en el mármol nuestra Constitución», explicó Véran tras el Consejo de Ministros.

El Senado francés, con mayoría conservadora, votó el pasado febrero a favor de la inclusión en la Constitución de «la libertad» de la mujer a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo, reformulando el texto de la Asamblea Nacional que hacía referencia al «derecho» a abortar. Esta última formulación era también la preferida por las feministas.

La formulación elegida por el gobierno en el proyecto de ley es más cercana a la del Senado. Una vez recibido el visto bueno de las dos cámaras, para constitucionalizar el aborto, se necesitarían el respaldo de tres quintas partes del Congreso, que reúne a diputados y senadores, para hacer ese cambio constitucional. De aprobarse, Francia sería «uno de los primeros países del mundo y el primero de Europa» en reconocer en su Constitución la libertad de recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo, según el gobierno francés,

El presidente Emmanuel Macron ya había expresado este año su deseo de consagrar el aborto en la Carta Magna, durante un homenaje nacional a la abogada, diputada, activista feminista e icono de la lucha por el aborto Gisèle Halimi (1927-2020), coincidiendo con la celebración el 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer.

Macron quiso blindar el aborto, después de la conmoción que causó en Francia la noticia de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos había derogado en junio 2022 el derecho al aborto a nivel nacional, permitiendo volver a legislar a cada uno de los 50 estados del país.

El aborto no está amenazado en Francia. La ley Veil, impulsada por la exministra francesa y expresidenta del Parlamento Europeo Simone Veil, despenalizó en 1975 el aborto en Francia.

Las mujeres francesas pueden interrumpir libremente su gestación hasta la semana 14 de embarazo, según la ley gala. En 2022, se registraron 234.300 interrupciones voluntarias del embarazo en Francia, el número más alto de abortos inducidos en 30 años. El 78% de ellos fueron abortos causados por la administración de medicamentos, según datos del gobierno.