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Una petición de cárcel previsible en una fecha simbólica. La Fiscalía francesa ha anunciado este lunes su solicitud de pena para Dominique Pelicot, de 71 años, el autor e instigador de las más de 200 violaciones que sufrió entre 2011 y 2020 su entonces esposa ... Gisèle por parte de 80 desconocidos. Como era previsible, ha solicitado la pena máxima para un delito sexual en Francia: 20 años de prisión. Por el azar en el calendario de este macro-juicio en el Tribunal de Aviñón (sudeste de Francia), su petición ha coincidido con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Todo un símbolo.
«¿Con qué pena castigarlo? Veinte años de una vida no es poca cosa (…), pero al mismo tiempo puede parecer demasiado poco teniendo en cuenta la gravedad de los hechos cometidos de manera repetida», ha asegurado la abogada general Laure Chabaud. Como advirtieron la semana pasada los abogados de la principal víctima, los horrores cometidos por Pelicot ponen a prueba los límites del código penal galo. Probablemente, así se verá reflejado en la solicitud de penas para los otros 51 acusados en esta trama XXL de violencia machista.
Además de los 20 años de encarcelamiento, la petición de los fiscales para Pelicot incluye 10 años de seguimiento socio-judicial y cuidados mentales. «Su futuro nos parece relativamente sombrío teniendo en cuenta su falta de introspección y empatía», ha afirmado la Fiscalía sobre un delincuente sexual encarcelado de manera preventiva desde el otoño de 2020. Entonces, lo detuvieron en un supermercado mientras grababa a mujeres debajo de las faldas.
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El Ministerio Público pidió la pena máxima debido a que las violaciones fueron cometidas en reunión, por la pareja de la víctima y bajo sumisión química. También se refirió al posible móvil —un interrogante que el juicio aún no logró resolver— de estas múltiples agresiones. «No podemos descartar que Dominique Pelicot hubiera rumiado durante todos esos años una venganza», dijo la abogada general refiriéndose a las infidelidades, tanto por parte de Dominique como de Gisèle, que se produjeron en esa pareja. El principal acusado había justificado la semana pasada su comportamiento recordando las supuestas agresiones sexuales que su madre sufrió por parte de su padre, así como el presunto abuso por parte de un enfermero que él mismo padeció cuando tenía 11 años.
«Tenemos dudas sobre su sinceridad», aseguraron los fiscales. «Nos hemos planteado la cuestión de la dominación que Dominique Pelicot ejercía sobre Gisèle Pelicot. Cuesta tener una opinión en este sentido», añadieron. A pesar de que la víctima sufría pérdidas de memoria y fatiga crónica, no lo atribuyó al hecho de que su entonces marido —culminaron su divorcio en agosto— la drogaba con ansiolíticos muy potentes. Tampoco lo detectó ninguno de los neurólogos y especialistas que consultó. Y no fue consciente de lo que vivió durante casi una década hasta que se lo dijeron los agentes el 2 de noviembre de 2020.
La abogada general recriminó, asimismo, a los otros acusados «su incapacidad» de tratar «de manera simétrica» a una mujer. «No podemos aceptar que en 2024, si (una mujer) no dice nada», eso signifique «que está de acuerdo», sostuvo sobre el caso de Gisèle. Desde el inicio del juicio el 2 de septiembre, ella se ha convertido en un símbolo feminista que sobrepasa las fronteras de Francia, sobre todo debido a su valentía por aceptar de que este proceso se celebre con la presencia de periodistas y público.
Junto con el instigador de la trama, en la sesión del lunes se conoció el castigo solicitado para Jean-Pierre M. Tras haber conocido a Pelicot en la web de libertinaje Coco.fr, prohibida desde el pasado verano, reprodujo el mismo modus operandi con su esposa, quien no lo denunció. «Dominique fue una decena de veces (al domicilio de su imitador), algunas de ellas sin hacer nada porque la señora no estaba suficientemente dormida», recordaron los representantes del Ministerio Público. Esas violaciones se terminaron después de que la mujer de Jean-Pierre M. descubriera a Pelicot dentro de su habitación. La Fiscalía ha solicitado un castigo de 17 años de prisión, a los que podrían sumarse otros tres más.
Más bajas han resultado las condenas solicitadas para los otros acusados. Por ejemplo, el Ministerio Público ha tratado por la tarde el caso de Joseph C., de 70 años. Este jubilado fue al domicilio de los Pelicot y tocó el cuerpo de Gisèle, pero no la penetró «debido a su estado inconsciente en que era evidente que estaba roncando». Por consiguiente, la abogada general ha pedido cuatro años entre rejas. Ha solicitado, en cambio, diez años para Jacques C. o Saiffedine G., quien intentó penetrar una vez a la víctima sin conseguirlo.
Muchos de ellos parecían impactados al sentir esas peticiones. Prácticamente en ese mismo momento tenía lugar en la parte exterior del Tribunal una manifestación de colectivos feministas. «20 años para cada uno de ellos», gritaban las militantes. Debido al elevado número de acusados, el requerimiento durará hasta el martes por la tarde o el miércoles. La sentencia está prevista para el 20 de diciembre.
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