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En un hipotético caso, ¿un agresor enjuiciado por violencia de género se podría declarar mujer ante el tribunal para que se retire el agravante de machismo? Según una red de varias organizaciones feministas sí sucederá si se aprueba la «ley de autodeterminación sexual». «Afecta a ... la ley contra la violencia de género y dejará aún más desprotegidas a las víctimas», afirma Beatriz San José, miembro de Vanguardia Feminista y portavoz de Confluencia Movimiento Feminista, en una rueda de prensa para hacer «balance al primer año de gestión política del Ministerio de Igualdad».
Otro caso que podría pasar en esta distopía: en las listas cremalleras, los políticos hombres se declaran mujeres y ocupan esos cargos sin incumplir ninguna regla, debido a que ser «mujer» no viene determinado por el sexo sino por un sentimiento incuestionable.
Este futuro podría suceder si «la noción de mujer se diluye», prosigue San José, que dice representar a unas 50 asociaciones bajo el paraguas de la confluencia, más otras organizaciones feministas por la abolición de la prostitución que no se han integrado a la plataforma. «Hay leyes que están específicamente hechas para proteger a la mujer. La mujer es el sujeto de protección de esas leyes. Si se diluye el concepto de mujer, para qué van a servir esas leyes».
Más ejemplos: «en las oposiciones a policía o bombero, un hombre dice que se siente mujer y accede mediante las marcas femeninas, quitando el puesto a las mujeres. Las cuotas, listas cremalleras.... nos ha costado mucho acceder a los espacios públicos», dice San José. «Es un ataque del Gobierno de coalición y las feministas estamos unidas, todas a una ante esta deriva antifeminista. Desde posiciones progresistas se está introduciendo una ideología que nos hace perder los derechos que tanto nos ha costado conseguir».
El «balance negativo» de las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez, al que han enviado una carta exigiendo la dimisión de Irene Montero y la «reconducción» de su política, se basa sobre todo en la preparación de la ley de autoderminación del sexo «porque cualquier hombre que diga que es mujer será considerado como tal a todos los efectos, accediendo a cuotas reservadas a mujeres». «Pone en jaque toda la normativa de igualdad en vigor», mantiene Dennyris Castaño, presidenta del Foro de Política Feminista de Granada.
Por su parte, Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, ha respondido en Twitter: «¿De verdad `balance negativo' de políticas feministas reconocidas internacionalmente durante la pandemia? ¿Por una ley trans cuyo borrador no se conoce aún, pendiente del trámite de participación pública? Eso es remar hacia atrás».
La ministra de Igualdad Irene Montero ha mantenido hoy una primera reunión de trabajo con la vicepresidenta Carmen Calvo, anterior ministra del ramo, para tratar «los textos de las leyes LGTBi y Trans, que iniciarán su trámite legislativo en la primera semana de febrero», según fuentes de Igualdad. La reunión llega después de que, la semana pasada, el PSOE introdujera la proposición de ley de no discriminación en el Congreso, sin contar con Podemos, y, al día siguiente, Sanidad comenzara a tramitar una reforma a la ley del aborto, con la que Montero se mostró en desacuerdo.
El mismo día que distintas organizaciones feministas han pedido la dimisión de Montero, debido principalmente a algunos aspectos de la ley trans, tanto Calvo como Montero «han convenido en que es necesario cumplir con el acuerdo de Gobierno y garantizar los derechos LGTBi y de las personas trans, en base a los textos ultimados por Igualdad, que cuentan con una nítida garantía jurídica», explican fuentes de Igualdad. «Los textos se han trabajado durante el último año con diversas expertas y expertos en la materia y con los colectivos implicados desde agosto».
Las feministas críticas con el Gobierno se muestran preocupadas por las consecuencias que podría tener la «ley trans» en los menores, al permitir, según aseguran, el cambio de sexo en niños y niñas, con bloqueadores de pubertad, por ejemplo, sin «siquiera un informe psicológico». Y piden que se incluya un criterio científico en un debate transparente de la ley trans, sin que se afecten los derechos de la mujeres, la infancia y la libertad de expresión.
Exigen además la «derogación de los protocolos educativos que introducen ideología transactivista en los centros educativos y de los programas de formación del profesorado que refuerzan la idea de que los comportamientos son los que definen los sexos en función a los estereotipos sexistas».
La Confluencia Movimiento Feminista, que se declara «apartidista, no estamos vinculadas a ningún partido político», se siente agraviada por el «escarnio» al que se ha sometido a los críticos de la ley trans, como Lidia Falcón o Lucía Etxevarría, y por las «agresiones» contra personas favorables a la abolición de la prostitución. Además denuncian la inacción ante la explotación sexual de menores tuteladas por el Estado por parte de los ministerio de Igualdad, Asuntos Sociales y Justicia.
Otro foco de enfrentamiento entre la red de feministas y el Ministerio de Igualdad está en la posición contraria del Gobierno a abordar una ley de abolición de la prostitución. La confluencia solicita «la aprobación de una ley abolicionista de la prostitución para erradicar la desigualdad y la violencia, que persiga al proxeneta y al putero». En este punto señalan como responsable del bloqueo directamente a la ministra. «El ministerio de Igualdad ya no es el ministerio de las mujeres», indica Castaño. «Se hace necesario el cese de Irene Montero y la reactivación del diálogo con las feministas críticas».
Ante esta posición disidente, Noelia Vera, secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Génerom ha respondido, también por Twitter: «Ley del 'solo sí es sí, plan de contingencia para proteger a las mujeres víctimas de violencia machista en el confinamiento, lucha contra la explotación sexual, eliminar el SAP, plan de corresponsables para 2021. Pedir la dimisión ante todo esto es increíble».
Con esta ruptura de las feministas ante la ley trans, a la Confluencia Movimiento Feminista se le ha acusado en redes sociales de compartir puntos de vista con la ultraderecha y Vox en contra de Podemos. Ante esto San José aclara que «lo único que tiene en común la ultraderecha con nosotras es el reconocimiento del sexo como realidad material y biológica».
Explica que «la ultraderecha une el sexo a los estereotipos. Dicen: ‘como has nacido niña, tienes que hacer cosas de niñas y, como has nacido niño, tienes que hacer cosas de niño’. Mientras que «el trasactivismo niega la existencia del sexo, y esencializa los estereotipos. La frase cambia a ‘si haces cosas de niña eres una niña, y si haces cosas de niños, eres un niño’».
«Las feministas decimos que el sexo es una realidad material y biológica y que nos condiciona sólo en el rol de la reproducción. Pero no te determina ni la profesión, ni las habilidades ni el gusto».
Unas 10.500 personas de plataformas feministas, asocaciones LGTBi, sindicatos e incluso un colectivo de prostitutas, hasta contar 573 organizaciones, han suscrito el manifiesto ‘Feministas por los derechos de las personas trans’ desde que se hiciera público el 20 de enero. «En tanto feministas, afirmamos que otorgar unos derechos por los que el movimiento LGTBI+ lleva mucho tiempo peleando, incluyendo la autodeterminación de género, no es un gesto en contra de las mujeres». «Ni la existencia ni los derechos de las compañeras trans nos ponen en peligro. Su presencia no hace menos seguros nuestros espacios».
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