Fallece una mujer que se encontraba en su casa por una bala perdida de una batida de caza

Poco antes de las tres de la tarde de este domingo, familiares de una mujer han alertado a Sos Deiak 112 de que la víctima, de 75 años y vecina de la localidad, se encontraba en el suelo de la casa con una lesión sangrante en la cabeza. Al lugar de los hechos, la antigua casa cuartel de Deba (Guipuzcoa), se han desplazado servicios de emergencias, entre ellos, una ambulancia y patrullas de la Policía Local y de la Ertzaintza.

La mujer ha sido asistida allí de una herida producida supuestamente por arma de fuego y trasladada con vida al Hospital Donostia. Sin embargo, alrededor de las siete menos cuarto de la tarde se ha tenido conocimiento del fallecimiento de la víctima en el centro hospitalario. Los recursos policiales, en base a las primeras indagaciones realizadas en la vivienda, han constatado la existencia de un agujero en un cristal de una ventana, al parecer, con una trayectoria procedente desde el exterior.

Según fuentes municipales, el incidente se ha producido por una bala perdida procedente de una batida de caza de jabalíes rutinaria que se encontraba en las inmediaciones de la vivienda, en una zona boscosa conocida como Mancha de Istina. Al parecer, la bala ha entrado por la ventana de la vivienda, para después impactar en la cabeza de la víctima.

En la batida participaban unas 25 personas, a las que se les ha tomado declaración, se les ha requisado las armas y se les ha realizado pruebas de alcoholemia.

Este no es el único accidente relacionado con la caza ocurrido en los últimos tiempos. El pasado 8 de noviembre, un guipuzcoano de 87 años falleció tras caer desde una palomera mientras cazaba en Navarra. En el momento del accidente se encontraba en un grupo de cinco aficionados navarros y guipuzcoanos. El hombre se precipitó desde una altura de 8 metros, falleciendo prácticamente en el acto. Hasta el lugar se trasladaron los servicios de emergencia, que solo pudieron certificar su muerte.

El suceso tuvo lugar en un puesto de caza situado en la zona de Lotzabien, en la localidad de Beintza-Labaien. El punto elevado se encontraba en una hilera de estructuras de las mismas características, situadas en una zona cercana a la carretera que une Santesteban con Leitza. Se trataba de Félix Badiola, irunés de 87 años que vivía con su mujer en Hondarribia, y quien era un gran aficionado a la caza y habitual en la zona, donde acudía a cazar asiduamente desde hace muchos años. Vecinos de la zona aseguraron que Félix llevaba «toda la vida» cazando allí y que era habitual que parase en la localidad de Saldias tras las jornadas de caza.