Fallece Alejandro Echevarría, referente en el sector de la comunicación en España

Conocido, al igual que su progenitor, con el cariñoso apelativo de 'Alechu', Alejandro Echevarría Busquet se licenció en Ciencias Empresariales por la ESTE de San Sebastián (actual campus de la Universidad de Deusto). Aunque trabajó durante años en una sociedad vitoriana dedicada a componentes de automoción y otros diez como responsable comercial hasta ser nombrado director general de la empresa de electrodomésticos Sagardui, su vinculación con el periódico que dirigió su padre o con el entramado empresarial que posteriormente se transformó en el Grupo Correo y después Vocento comenzó de forma muy temprana. Al principio trabajó dos años como adjunto a la gerencia y desempeñó el cargo de consejero desde 1967. En 1980 fue nombrado consejero delegado de El Correo, impulsando la modernización y la expansión del entonces Grupo Correo, junto con Emilio y Santiago Ybarra y Churruca, Luis Bergareche Maruri, Fernando Ybarra López-Doriga y José María Bergareche Busquet, entre otros. Se ponían entonces los cimientos de lo que hoy es Vocento, compañía líder en su sector. De aquella época es la incorporación al grupo de diversos rotativos de la prensa regional española como El Diario Montañés, El Norte de Castilla, Diario Sur de Málaga o Las Provincias de Valencia.

Tras la entrada del Grupo Correo en el accionariado de Gestevisión-Telecinco, Alejandro Echevarría Busquet fue primero nombrado consejero de la empresa que más tarde se convertiría en Mediaset España y posteriormente presidente de la misma, en 1996. Fue una larga etapa profesional prolongada hasta abril de 2022, en la que no solo tuvo un papel destacado en la modernización y en la evolución regulatoria de la televisión en España, sino también en el desarrollo de un exitoso modelo empresarial que gestionó rentablemente siete canales, una agencia de noticias, una comercializadora de publicidad y una filial de producción cinematográfica. También fue decisivo su papel en la regulación del sector audiovisual español como presidente de la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA) desde 2006 a 2012 y desde 2016 a 2018.

En el ámbito empresarial, su experiencia, su notable capacidad negociadora y su talante flexible le permitieron desarrollar una extraordinaria labor en los consejos de administración y en el gobierno corporativo de compañías como Antena 3, Acciona, Endesa, Tubacex o Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE). De igual manera, su dedicación al asociacionismo empresarial, su sensibilidad social y su vinculación con las universidades le llevaron a la presidencia del Círculo de Empresarios Vascos (2003-2006), donde sucedió en los difíciles años del terrorismo de ETA a Jose María Vizcaíno; al patronato de algunas instituciones del Tercer Sector como la Fundación Novia Salcedo, la Fundación Tubacex, la Sociedad Coral de Bilbao o el Consejo Social de la Universidad de Deusto.

Fruto de este trabajo recibió numerosos reconocimientos y distinciones como el Premio Bridgestone al Desarrollo Sostenible (2009), el Premio APM Miguel Moya por su dilatada trayectoria profesional (2009), el Ramón Rubial a toda una trayectoria empresarial (2014) y el Premio Anual del Festival de Televisión deVitoria-Gasteiz por ser uno de los vascos de mayor relevancia en el ámbito empresarial de la televisión.

Pero a su éxito profesional le hacía sombra su calidad humana. Alechu fue un personaje de formidables virtudes afectivas, bien visibles y apreciadas por todos aquellos que le conocieron y trataron. Socarrón e irónico, pero siempre bondadoso, generoso y cercano, hizo gala permanente del respeto, la lealtad, la tolerancia y la prudencia como pautas en su vida social y laboral.

Vitalista, cultivador del valor de la amistad y exponente singular de un bilbainismo sincero y natural, su designación en 2009 como Ilustre de Bilbao por el Ayuntamiento de la Villa llenó de orgullo una identidad y una raíz de las que presumió en todo tiempo y lugar. Su devoción por el Athletic, su afición por el golf, que practicó con desigual fortuna casi hasta el final de su vida, y sus paseos y veladas gastronómicas con familiares y amigos en Bilbao, Marbella o Getxo llenaron de satisfacción sus tiempos de descanso. Casado con Alicia Estívariz, compañera ideal en todas sus vicisitudes existenciales, tenía tres hijos y cuatro nietos. Las reuniones y los viajes anuales con toda la familia a diferentes destinos internacionales son por igual el recuerdo y el mejor testimonio de la enorme importancia que otorgaba a los suyos.

A pesar de los accidentes y los diferentes achaques que padeció en los últimos años, la tenacidad, la disciplina y el amor a la vida de Alechu le mantuvieron activo hasta hace bien poco. Prueba de ello fue la puesta en marcha en 2022 de la Fundación Comunicando Futuro. Alejandro Echevarría, en la que embarcó a amigos y colaboradores para divulgar los valores de las empresas de comunicación, ayudando a construir sociedades bien informadas y contribuyendo a formar profesionales de futuro en la titánica tarea de adaptación a los cambios sociales y tecnológicos. En esa labor, precisamente, tuvo su última aparición pública el pasado miércoles con la entrega de premios. Es sin duda el mejor legado de un profesional que tuvo en todo momento un papel y una visión adelantada sobre la evolución de los medios de comunicación en nuestro país.