Los bancos de alimentos, como el de la imagen, están desbordados por la pobreza. AFP

Los españoles que carecen de lo básico para vivir alcanzan su máximo

Casi cuatro millones tienen serios problemas para pagar vivienda, alimentos y energía, el doble que hace dos décadas

Martes, 7 de noviembre 2023, 13:42

El porcentaje de españoles pobres no desciende desde hace décadas, pero cada vez son más los ciudadanos que tienen serios problemas o no logran acceder a lo básico para vivir. Vamos a peor. Esta es la dura realidad que describe un informe realizado por Cáritas ... y la Fundación Foessa, que analiza la evolución de las condiciones de vida de los españoles más desfavorecidos en los últimos quince años, entre 2008 y 2022.

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La carencia material severa, el concepto que describe a los hogares que no pueden acceder al menos a cuatro de los nueve elementos básicos para una mínima calidad de vida, está en máximos de este siglo. Los españoles que no pueden calentar o enfriar su casa, pagar a tiempo letras o recibos, comer carne y pescado cada semana o enfrentarse al mínimo gasto imprevisto son ya el 8% de los censados, casi cuatro millones, el doble que hace dos décadas, cuando esta ausencia de las condiciones mínimas para llevar una vida digna alcanzaba a entre el 3% y el 4% de la población.

La razón fundamental de la gran proliferación de familias que carecen de lo esencial está en el enorme aumento de costes de los servicios básicos -vivienda, energía, comida o transporte- en los últimos años, sobre todo desde la pandemia, que sobrepasa con creces las leve o moderada mejora de ingresos logradas por los hogares más modestos.

El trabajo indica que las privaciones que más han aumentado desde 2008 son las vinculadas con la vivienda y la alimentación. Hoy el 5,4% de los españoles apenas sabe lo que es poner carne o pescado en el plato, más del doble que hace tres lustros; el 17% no puede calentar o refrigerar la casa, el triple que hace 15 años; y uno de cada diez ha tenido que dejar recibos o cuotas de la hipoteca sin pagar en el último año, un 63% más que en 2008.

La pobreza se ha cronificado en torno al 20% de la población porque la mejora económica no llega a los desfavorecidos

Pero el elemento que desborda la economía de cada vez más familias pobres españolas es la aparición de un gasto imprevisto. Más de un tercio del país, el 35,5%, asegura que sería incapaz de afrontar un imprevisto, aunque la reparación, compra o gasto médico no supere los 650 euros. Los ciudadanos atrapados en esta fragilidad financiera extrema han crecido un 18,7% en solo quince años.

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Si la carencia severa de lo básico va en claro aumento, el empeoramiento de las condiciones de vida entre los españoles con los ingresos más bajos es brutal. Dos de cada tres son incapaces de hacer frente a un imprevisto, un tercio no puede enchufar la calefacción y más de una cuarta parte debe dejar con frecuencia recibos sin pagar. Son empeoramientos de entre el doble y el triple de una situación que ya era mala en 2008.

El trabajo de Cáritas y Foessa demuestra que la pobreza en España es un problema estructural. En los últimos tres lustros se encontraba en pobreza relativa, la que sufren las familias con menos del 60% del ingreso medio, uno de cada cinco españoles, entre el 19% y el 21% de la población. De 9,5 y 10 millones. Es una proporción que prácticamente no cambia, vaya como vaya la economía. Explican que esta cronificación de la pobreza se debe a que en los años de vacas gordas la mejora de ingresos se concentra en los más ricos, con avances leves o simple estancamiento entre los desfavorecidos, lo que hace que la brecha entre unos y otros no pare de ampliarse, manteniendo inalterable la tasa de pobreza incluso en épocas de crecimiento económico.

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Si la pobreza general ya es enorme, la proporción de la penuria vital entre determinados colectivos es alarmante. La mayor proporción de desfavorecidos se detecta entre los inmigrantes. El 59% de ellos vive en la pobreza, 39 puntos por encima de la media nacional, y su situación no ha dejado de empeorar desde 2008. Entonces los extranjeros pobres eran el 43%, 16 puntos menos que ahora. El segundo colectivo más perjudicado es el de los niños y adolescentes. El 30% son pobres, un 50% más que la media del país.

Asfixiados por el alquiler

Los elementos que más están dañando la calidad de vida de los españoles son los precios de los alimentos y de la vivienda, cuyo enorme encarecimiento, muy superior a la mejora media de ingresos, es el que ha hecho perder más poder adquisitivo. El 23% de los españoles, seis millones, ha tenido que recortar gastos en alimentación y el pago del alquiler asfixia a la mitad de la población que vive arrendado. Al 33% le causa un estrés financiero moderado y al 16%, extremo. Debe destinar a ello más del 60% de su dinero. La compra se ha convertido en un imposible para la mayoría. El esfuerzo medio para adquirir un piso son 7,7 años completos de ingresos, bastante más del doble que hace 30 años.

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Cáritas y Foessa creen que solo se podrá romper la pobreza estructural con medidas que mejoren los ingresos de los vulnerables y reduzcan sus gastos. Políticas de empleo orientadas a estos colectivos, reformas legales que reduzcan la temporalidad y aumenten los salarios, que el ingreso mínimo vital alcance a todos los que estén en pobreza severa (menos 40% de ingresos medios) y que se mejoren sus cuantías, y una multiplicación de las viviendas sociales en alquiler y de los pisos de emergencia, los destinados a familias en situación de extrema necesidad.

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