España reclama a Europa una mayor protección de los derechos LGTBI

En cuestiones específicas, los firmantes piden que –«ahí donde sea necesario»– se impulse «la filiación de los niños y niñas», incremente la financiación de «organizaciones internacionales» del colectivo, prohíba las «prácticas de conversión de la orientación sexual», avancen en una educación «con perspectiva de igualdad de género y de diversidad sexual», permitan «los tratamientos médicos de reproducción asistida y fertilidad», y garanticen el «reconocimiento legal del género (…) basado en el principio de autodeterminación».

Encabezados por la ministra de Igualdad Irene Montero –que ha reaparecido después de las polémicas electorales–, la declaración ha sido firmada por ministros y secretarios de Estado de Bélgica, Chipre, Dinamarca, Estonia, Francia, Alemania, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Eslovenia, Portugal y Suecia, aunque «está abierta a cuantos Estados miembros deseen suscribirla». Faltan trece. De los países que suscriben el documento divulgado ayer, sólo España tiene un ministerio dedicado exclusivamente a Igualdad. En los demás departamentos ejecutivos, no siempre ministeriales, también se ocupan de Justicia, Asuntos Sociales, Diversidad, Familia, Tercera Edad, Infancia, Juventud, Integración, Discapacidad, Cultura, Ciencia o Vida Laboral.

Las quince autoridades advierten que «en los últimos años se han producido diversas situaciones que ponen en riesgo de retroceso los derechos de las personas LGBTIQ y que han hecho crecer el odio, la violencia y discriminación hacia estas personas y, muy particularmente, hacia las personas trans».

Se señala, sin mencionarlos, a los vecinos no firmantes, como Italia, Polonia, Bulgaria, Finlandia, Grecia, Austria, Croacia o Hungría, entre otros: «En casi la mitad de los países de la UE continúan existiendo brechas importantes en lo relativo a la protección elemental contra la discriminación y la violencia», alertan. «Algunas organizaciones políticas y de la sociedad civil están haciendo campaña para revocar la legislación vigente en materia de derechos humanos e igualdad de las personas LGBTIQ».

Dentro de un programa de conferencias de «alto nivel» titulado ‘Avanzando los derechos LGBTIQ en Europa’, presentado ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, se ha divulgado esta declaración que además señala que «no todos los Estados miembros ofrecen una educación sexual integral, desde una perspectiva de igualdad de género y diversidad sexual, de género y familiar», y que «en muchos lugares de Europa» las prácticas de conversión, que «pueden equivaler a formas de tortura», siguen llevándose a cabo. En el currículo de los ponentes incluido en el programa de mano se recalca en primer lugar su identidad sexual, y se cuentan dos «él», nueve «ella» y cuatro «elle» u «otra opción».

En la declaración se afirma que «un gran número de Estados miembros ha decidido ir más allá del acervo comunitario existente y ha legislado, y lo sigue haciendo, ampliando la protección de las personas LGBTIQ contra la discriminación y la garantía del disfrute, en igualdad de condiciones, de sus derechos fundamentales, a otros ámbitos de su vida».