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Lourdes Gómez
Londres
Miércoles, 2 de junio 2021, 00:07
La pandemia interrumpió las obras de restauración de la catedral de St Albans, en el condado inglés de Herfordshire, pero ha dejado una curiosa marca en el trabajo final. La reforma del templo, que fue parcialmente destruido durante la disolución de monasterios y abadías ordenada ... por Enrique VIII en el siglo XVI, ha incorporado a su decoración un personaje con mascarilla. Protegido contra la covid-19, asoma en uno de los capitales del santuario de Amphibalus, dedicado a un religioso cristiano que fue martirizado en la ciudad de St Albans, a unos 40 kilómetros al norte de Londres.
«La figura con mascarilla nos recuerda que la historia de St Albans se extiende hacia adelante tanto como hacia atrás, y los peregrinos podrán conmemorar el último capítulo de la catedral junto a Amphibalus y Alban, que están aquí desde sus orígenes», ha comentado el deán en funciones, el reverendo Abi Thompson. El trabajo, que ejecutó la firma inglesa Skillington Workshop, quiere recordar que la reforma del santuario medieval se realizó durante la pandemia.
No es la primera vez que un maestro cantero imprime una marca contemporánea en un edificio histórico. «No lo veo tanto como una acción del restaurador para dejar su huella, sino como un guiño que le hace a la historia. Se trata de no hacer una reproducción imitativa en el estilo de aquello que fue, sino de dejar patente que la intervención es nueva y diferenciar lo que es original de lo que es aportación de restauración reciente», explica el restaurador Javier Chillida.
En St Albans, el desafío era importante. El santuario fue demolido durante la Reforma anglicana y parte de los restos se descubrieron en 1872. El deán calcula que faltaba la mitad de las piedras de la estructura original y hubo que dar rienda suelta a la imaginación, después del pertinente trabajo de documentación. «En vez de recurrir a la reintegración mimética, la haces discernible para que se diferencie el original de lo restaurado», añade el experto donostiarra.
En este caso, la mascarilla evidencia la nueva talla de las restauradas piezas originales. Las obras comenzaron en junio de 2019 y se suspendieron en marzo del año pasado a consecuencia de la pandemia. El santuario fue finalmente consagrado en febrero y se puede visitar desde el 17 de mayo, cuando el desconfinamiento entró en su tercera fase. La restauración cubre también las famosas pinturas murales de la catedral y el templete de St Alban, primer santo inglés.
En España, un astronauta vigila al visitante mientras avanza hacia la catedral de Salamanca. Lo incorporó el cantero Miguel Romero durante la restauración de la fachada en 1992. «El astronauta se integra muy bien. Prácticamente no te das cuenta. No me parece mal y tiene un componente de humor», señala Chillida. Entre otros casos de intervenciones extemporales, sorprende el teléfono móvil incrustado en la portada de san Jerónimo, de la catedral de Calahorra, durante las obras de 1996.
En las reformas de la catedral de Palencia, se añadieron dos extraterrestres en homenaje a la saga 'Alien', que arrancó con Ridley Scott y protagoniza Sigourney Weaver. Y en la iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo, en Cáceres, el cantero Antonio Serván esculpió el escudo del Athletic Club. Le apodaban El Rana y dejó la insignia de su equipo de fútbol en un capitel del campanario románico del complejo.
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