13 de agosto
Maternidad ·
Ver a una mujer despojada de cualquier ropaje y mostrándose con una estética normativa del embarazo fue un momento controvertido e históricamente importante13 de agosto
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Ver a una mujer despojada de cualquier ropaje y mostrándose con una estética normativa del embarazo fue un momento controvertido e históricamente importanteMaría G. Astorga
Martes, 13 de agosto 2024, 00:22
Por más que el embarazo evoque muchas reacciones positivas, los cuerpos de las mujeres embarazadas en ocasiones suscitan respuestas negativas. Y más aún en la década de 1990. Ver a una mujer despojada de cualquier ropaje y mostrándose con una estética normativa del embarazo fue ... un momento controvertido e históricamente importante, que encarnó Demi Moore con la sesión de fotos de Vanity Fair de Annie Leibovitz en agosto de 1991. La celebridad desnuda y embarazada de siete meses de su segunda hija, se encontraba de perfil, ocultando su pecho con un brazo y abrazando su barriga con el otro. Con una actitud tranquila y serena. Una imagen que rompió con el tabú de mostrar el cuerpo femenino. Y demostró, además, que estando embarazada también se puede ser sexy.
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Aunque lo curioso de todo es que la idea original no era esta. La intención era que Demi posara con un vestido verde de satén de Isaac Mizrahi. Así se hizo. Sin embargo, al final de la sesión, Leibovitz tomó algunas fotos más de Demi desnuda para uso personal de la actriz. Pero entonces, alguien encontró aquella imagen la candidata perfecta para encabezar la portada de la revista. La actriz aceptó y comenzó el intenso debate.
La creciente prisa por el juicio ajeno hizo que esta imagen se intentase censurar. Algunos supermercados prohibieron la venta del ejemplar, mientras que otros exigían que la foto se ocultara por ser considerado contenido pornográfico. Pero la indignación no duró mucho. Moore fue ensalzada por desafiar las actitudes sociales conservadoras y rápidamente se convirtió en un icono. Tanto es así, que incluso Bruce Willis, por aquel entonces su marido, o Leslie Nielsen, parodiaran la fotografía como hombres embarazados. Y numerosas mujeres intentaran reproducir aquella famosa foto con la que estamos en deuda por marcar un cambio en la percepción de la figura femenina embarazada.
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