Existe una Alianza para el Contacto Diplomático Extraterrestre y va a realizar un congreso internacional en noviembre, una cita para debatir la creación de una «embajada diseñada para fomentar relaciones pacíficas y significativas con seres de otros planetas y sistemas estelares». Allí se darán cita ... los «entusiastas» de los objetos voladores no identificados y lo paranormal, que confían en tener contacto con «inteligencia no humana».
Ahora bien, ¿qué es la inteligencia no humana? «Se trata de cualquier inteligencia extraterrestre, inteligencia artificial o robots/ drones de origen no humano e incluso seres extradimensionales que puedan ocupar el mismo espacio que nosotros», responde Sylvain Rochon, miembro de esta alianza con siglas AEDC y organizador del evento.
Esta «embajada» empezaría a funcionar en 2030 y tendría 21 asientos, de los que siete estarían reservados para alienígenas, en un «recinto con alta seguridad y privacidad» y con reconocimiento de «todos los países del mundo». Ya se trabaja en un protocolo y un texto adicional a la Convención de Viena, y están en busca de un país anfitrión. «España podría ser una opción viable, suponiendo que el gobierno español tome la decisión», invita Rochon.
Creada en 1974, la AEDC se declara «entidad sin ánimo de lucro» que cuenta con el apoyo de 28 organizaciones y casi dos millones de «partidarios» con suficientes recursos «para construir la embajada», aseguran en su web.
Mensaje interestelar
Aunque lo que «resulta más familiar» son los «seres que llegan en algún tipo de nave y aterrizan, para luego reunirse con nosotros en una mesa de debate», los miembros de la alianza confían en ya se han establecido los primeros contactos y que «están a nuestro alrededor», dice Rochon. «Esperamos que se adapten a nuestro diseño primitivo y a nuestros marcos legales».
Los visitantes «parecen tener un mensaje consistente para nosotros: estamos aquí y queremos ayudarles», mantiene Rochon. «Dejen de jugar con dispositivos nucleares y vuélvanse pacíficos, y vendremos. Quieren que nos volvamos más sabios y desean tener un contacto abierto con todos, pero sólo si nos desarrollamos en paz». Eso sí, advierte Rochon que «la alianza no tiene medios para validar estas afirmaciones, pero respeta a todos los que hablan honestamente sobre tales experiencias».
Lo primero que les dirían sería: «Bienvenidos a la Tierra. Hemos estado esperando su llegada durante mucho tiempo. Aprendamos unos de otros y trabajemos para lograr intercambios de conocimientos que nos beneficien a todos». ¿Y el lenguaje no sería un problema? «Podemos suponer que podrán conversar con nosotros en cualquier idioma», contesta Rochon. «Ellos nos podrán traducir fácilmente, utilizando tecnologías mucho más avanzadas que la inteligencia artificial». Entonces, la verdad, tal vez, esté ahí afuera.
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