«La eficiencia energética nos permite ser competitivos»

El clúster ARIC (Asociación Riojana para la Innovación Constructiva) persigue la competitividad de las empresas a través de la innovación. Su directora, Marta Epelde, especifica que «trabajamos con toda la cadena de valor de la construcción»; es decir, no solo con las empresas constructoras y promotoras, sino también con estudios de arquitectura e ingeniería, fabricantes de materiales, la Universidad de La Rioja, etc. «Se trata de aunar todo el tejido y dentro de él, lo que nos diferencia es la innovación como herramienta para mejorar la competitividad de las empresas».

Es un entorno colaborativo el que promueve este clúster, donde las empresas trabajan en conjunto con objetivos específicos de avanzar y de desarrollo, y que se centra específicamente en temas energéticos y de sostenibilidad. No en vano nació por compañías interesadas especialmente en eficiencia energética de edificios y de ahí «se redondeó con aquellas interesadas en economía circular, sostenibilidad o residuos».

Se trata de una asociación privada sin ánimo de lucro que aúna a muchos especialistas de este ámbito que comparten esas líneas de actuación y que también tienen en común ese interés en mejorar y en potenciar una manera de construir diferente. «Europa poco a poco nos va dando la razón, porque hace unos años se empezó a hablar de eficiencia energética y estándares de ahorro energético y confort, como puede ser el Passive House, que a nivel europeo es muy importante, porque busca la excelencia en la sostenibilidad de los edificios».

Estas empresas constituidas y registradas como clúster en torno a la industria de la construcción de La Rioja nacieron de ahí y se han convertido en especialistas en ese ámbito. Es el camino que ven, el futuro de la edificación sostenible, donde primen grandes ahorros energéticos y con confort y alta calidad de vida para los usuarios. «Toda la taxonomía 'verde', de objetivos de energía renovable, está en línea con nosotros», apunta Marta Epelde.

Pero ARIC va un paso por delante. «Esos ahorros energéticos que promueve la normativa son todavía poco ambiciosos. El estándar Passive House y lo que nuestros socios saben hacer va mucho más allá. Nuestros socios son pioneros en estándares de alta definición energética, de mucho ahorro energético y de mucho confort», resalta la directora del clúster. De ahí que ARIC se encuentre en mejor posición para dar respuesta a cuestiones relativas a las ayudas y a consultas y asesoramiento sobre sostenibilidad y eficiencia energética. «Las ayudas europeas marcaron que cuanto más ahorro energético hicieras, mayor subvención lograbas. Había conocimiento y manera de saber hacer las cosas».

La transformación en edificios tiene su traslación al entorno construido. «Hemos participado en distintos talleres de un proyecto sobre el cambio climático en las ciudades, porque también es parte de nuestro eje y nuestra misión, que no es otra que nuestras ciudades se puedan adaptar mejor al cambio climático». Todo ello se hace a través de la edificación, del urbanismo y de ver cómo construir las urbes desde dos vertientes posibles. Por un lado, desde la mitigación del cambio climático, es decir, hacer edificios y entornos más resilientes a ese cambio; y también cambiar los edificios para que sean mucho más ahorradores, contaminen menos y, por tanto, «no contribuyan al cambio climático».

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