El 'efecto Rocío Carrasco' dispara la petición de ayuda contra la violencia machista

La semana en que el eco de la denuncia se amplificaba, entre el lunes 22 y el domingo 28 de marzo, aumentaron «considerablemente» los contactos con las línas de atención contra la violencia machista, según el Ministerio de Igualdad. Hubo un 41,9% más de llamadas pertinentes en el 016 -el más utilizado- que la semana anterior.

Por otras vías de denuncia al alcance de una mujer maltratada, como el correo electrónico se cuadruplicó y las consultas por Whatsapp se dispararon en un 1.464%. «A partir del lunes 22, el impacto en el servicio ha sido muy elevado debido a la publicidad en los medios comunicación de los servicios del 016», explican fuentes de Igualdad. «Ha tenido una fuerte repercusión».

Esta relación entre el testimonio de Rocío Carrasco, amplificado por los medios de comunicación, y el aumento de las llamadas al 016, «pone en evidencia algo que llevábamos lamentando hace mucho tiempo, que entre el 75 y el 80% no denuncian, y que la cifra de denuncias es la punta del iceberg», asegura Ana Bernal Triviño, profesora de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC). «Para muchas mujeres se le ha puesto nombre a lo que les pasa».

El reconocimiento de la propia mujer como víctima es, a juicio de Bernal Triviño, es el primer paso para «la ruptura del silencio». «No es, sin duda, fácil para esas mujeres dar ese paso ni llamar ni hacer la consulta ni reconocerse como tal». «Hay gente que critica a Rocío Carrasco pero el que sea famosa no significa que esté exenta de sufrir una situación de violencia de género. Ella está relatando por lo que pasó en voz alta, sobre las consecuencias de la violencia psicológica, sabiendo que será juzgada por la sociedad. Y la identificación con ella es inevitable que se produzca».

La hora de más consultas ha sido entre las 17 y las 19 horas. «Cuando los medios tratan esta cuestión, dando difusión a testimonios sobre violencia machista y, a su vez, informando de los recursos disponibles para las mujeres que la sufren, son un altavoz para llegar a todas las mujeres víctimas», dicen en el ministerio.

Las que han escuchado una alarma en las palabras de Carrasco «están sumergidas en una situación como cuando tienes una enfermedad rara y la gente te trata como si estuvieras loca, hasta que finalmente te dan un diagnóstico», mantiene Bernal Triviño. «Entonces saben que no se lo están inventando. Que es real y tiene solución. Dan ese paso, llaman y dan una solución a sus vidas. De víctima puede pasar a ser una superviviente por hacer esa llamada».