El acoso escolar continúa siendo un problema en las aulas españolas. Fotolia

Casi la mitad de los alumnos no actúa ante un caso de acoso escolar

El 9,4% de los estudiantes sufrió este tipo de abusos durante el curso pasado, unas agresiones que el 47% de sus compañeros asegura que no tratan de parar

Miércoles, 11 de septiembre 2024, 00:20

El acoso escolar sigue siendo una de las asignaturas pendientes del sistema educativo. Durante el curso pasado el 9,4% de los ocho millones de estudiantes matriculados en España sufrió algún tipo de acoso. Sin embargo, el problema se complica, según el sexto informe 'La ... opinión de los estudiantes' de la Fundación Anar y Fundación Mutua Madrileña, dado que, de los 9.300 estudiantes consultados en el estudio, el 47% reconoce que no actúa defendiendo a la víctima o avisando a los profesores cuando observa que un compañero de clase está sufriendo acoso escolar.

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Esta circunstancia pone en evidencia aún la falta de concienciación que hay entre los estudiantes españoles y representa un dato preocupante, según el director de Programas de la Fundación Anar, Benjamín Ballesteros. Destaca que respecto al curso 2022-23 el porcentaje de alumnos que alertaban ante cualquier caso de acoso ha descendido hasta tres puntos, situándose ahora en el 53%.

Un silencio entre compañeros que para el director general de Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, no hace más que «robarle la infancia» a unos menores que tardan casi un año en contarle a alguien la situación. Un periodo de tiempo que podría reducirse de contar con la colaboración de todos los alumnos, pues en la mitad de las situaciones el profesorado tiene constancia de una situación de acoso porque se lo cuenta el alumno afectado. Y es que, cree Ballesteros, todavía persiste la idea de que quien señala puede ser llamado «chivato» dentro de su entorno, por lo que muchos, al considerar que no les afecta directamente a ellos, prefieren no decir nada.

El acoso en redes

Es por lo que los responsables del informe ven fundamental concienciar de la importancia que tiene dar la voz de alarma y sentirse interpelado ante cualquier agresión. «No puedes estar bien si hay una persona de tu clase que está sufriendo, porque al final te afecta a ti y en un futuro puedes convertirte en una víctima», apunta Ballesteros. No obstante, advierte de que aún un 16% de los estudiantes entrevistados no solo no denuncia las agresiones sino que es cómplice al alentarlas, corearlas e incluso riéndose de lo que hacen los agresores, predominando chicos más que chicas que acosan en grupo.

Lo que sí se ha observado es un cambio hacia las formas de acoso. Una evolución que no va en la línea de acabar con el problema sino de amplificarlo. Si bien es cierto que los insultos, los motes y las burlas son el tipo de acoso escolar más frecuente en las aulas, se está virando hacia tipologías de acoso más psicológicas, menos físicas, y que son más fáciles de camuflar por parte del acosador. Un problema que aumenta conforme crece el uso de la tecnología y las redes sociales.   

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Los acosadores no actúan ya solo en el entorno del colegio o instituto, sino que el 'ciberbullying' es una tipología de acoso que está «ampliando»    el problema al producirse las 24 horas del día. Así, lamenta Cooklin, hace aún más grave la situación de los menores. «Antes se restringía al horario escolar, pero ahora llega hasta el rincón de la habitación, que era el lugar donde la víctima se sentía segura», explica.

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