Secciones
Servicios
Destacamos
Casi un millón de alumnos protagonizarán durante este último trimestre del curso la primera evaluación española del nivel educativo de todos sus centros escolares en más de una década. La recuperación de estas pruebas de carácter diagnóstico viene de la mano del despliegue de la ... nueva ley de educación, la Lomloe, en vigor desde 2021. A partir de ahora el chequeo interno para determinar el nivel y los problemas de aprendizaje en cada colegio e instituto se repetirá cada curso en las mismas fechas.
La nueva evaluación de diagnóstico testará mediante exámenes sin repercusión alguna en el expediente académico de los estudiantes el grado de aprovechamiento de las clases por parte de todos los alumnos de 4º de educación primaria y de 2º de ESO.
Los escolares harán entre abril y junio pruebas para determinar su nivel de competencias en al menos las áreas troncales de comunicación lingüística (lengua castellana y extranjera) y Matemáticas. El resultado permitirá tomar la temperatura a la eficacia o no del trabajo educativo a mitad de cada uno de los principales ciclos en que se divide la enseñanza obligatoria española, informando de los aciertos y las ineficiencias tanto en los centros, como en cada etapa, curso, aula e incluso alumno.
La propia Lomloe, en sus artículos 21 y 29, indica que el resultado de estas pruebas diagnósticas internas debe tener una doble utilidad. En primer lugar, ser la base de los planes para la mejora de la calidad y la equidad de la educación en cada escuela e instituto, que dictarán las medidas que orienten una más acertada y eficaz práctica docente.
En segundo lugar, y pese a carecer de valor académico, sí que debe ayudar a cumplir con una de las principales directrices de la Lomloe, como es que en 2º de ESO, cuando aún se está a tiempo de corregir disfunciones, los centros deben hacer una valoración individualizada del nivel de aprovechamiento del alumno, para determinar si necesita planes de refuerzo, una adaptación curricular o incluso una orientación hacia la FP Básica, con el objetivo de que, por un camino u otro, termine adquiriendo las competencias clave, lo que le permitirá graduarse en ESO y poder continuar con los estudios.
La evaluación diagnóstica incluye la cumplimentación por parte de alumnos y profesores de un cuestionario de contexto, que detallará entre otros aspectos el país de origen, si es o no repetidor, su percepción del clima escolar, su nivel de manejo digital, el empleo y estudios del padre y la madre, cuántos libros tiene en casa o los recursos y métodos del colegio, lo que cruzado con el resultado de las pruebas permitirá personalizar las estrategias para tratar de minimizar el peso de los condicionantes socioeconómicos en el aprendizaje.
La prueba, pese a testar cada curso la práctica totalidad de escuelas e institutos españoles, no sirve para sacar conclusiones nacionales, no vale para comparar las diferencias educativas entre autonomías, pero es que tampoco vale siquiera para hacer comparaciones provinciales. La razón es que los exámenes (incluso las materias) serán diferentes en cada autonomía, pero también en cada colegio, y, además, la Lomloe prohíbe taxativamente hacer ranking de centros. Las conclusiones, aunque no cuenten para la nota, se comunicarán a los padres y serán de uso exclusivo e interno de cada colegio, de sus profesores y alumnos.
Cosa diferente será la segunda evaluación de ámbito nacional que prevé la Lomloe y que podría tener su primera edición al final del próximo curso o del siguiente. Está sí será una prueba que informará sobre la calidad del conjunto del sistema educativo español (y sobre las diferencias de nivel entre unas autonomías u otras), pues tendrá un diseño similar al de las grandes auditorías externas internacionales, como PISA, y tendrá unos contenidos, un formato y unos criterios de evaluación homologables en todas las regiones.
Como el famoso informe educativo de la OCDE será trienal, como esa prueba también será muestral (solo la hará un número representativo de estudiantes de cada territorio), pero a diferencia de PISA (que testa a los alumnos de 15 años) examinará a los de 6º de primaria y 4º de ESO, porque su objetivo es determinar el nivel de adquisición de competencias clave de los escolares españoles al final de las dos etapas de la enseñanza obligatoria.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.