Gobierno y comunidades no logran un acuerdo sobre cómo terminar el curso universitario

El departamento que dirige el ministro Manuel Castells deja que sean las universidades las que en el ejercicio de su autonomía decidan cómo dar por concluidas las clases de forma telemática y cómo hacer los exámenes, incluso si se diera el caso de que las medidas de confinamiento se levantaran. En coherencia con esta determinación, serán las propias universidades las que elijan si las prácticas se desplazan al curso siguiente o a los meses de verano.

«Las decisiones últimas sobre la adaptación de la enseñanza universitaria a las condiciones de emergencia sanitaria en las que nos encontramos corresponden a las universidades en el ejercicio de su autonomía», dice un comunicado del Ministerio. En cualquier caso, las universidades deberán decidir en colaboración con las su comunidad y adaptar sus decisiones a las medidas sanitarias decididas por el Gobierno.

La Conferencia General de Política Universitaria, a la que han asistido de forma virtual el ministro de Universidades, Manuel Castells, y las comunidades autónomas, apostaron por esta opción después de que el curso presencial se suspendiera pasado 14 de marzo, cuando se ordenó el estado de alarma.

La Universidad de Barcelona, la Universidad de Cantabria, la Universidad Navarra y todas las universidades públicas andaluzas ya habían anunciado esta semana que concluirían el curso sin clases presenciales, de forma que las clases solo se impartirían de forma telemática.

Sin embargo, el Gobierno vasco se ha desmarcado y ha expresado su oposición a dar por terminadas las clases presenciales de este curso en la universidad. También desestima ejecutar una «quita» del 50 % en las prácticas universitarias y unificar el final del curso en todos los centros.

A falta de acuerdo, Castells y las comunidades se han citado para una nueva reunión el próximo día 15 de abril para asegurar el cierre del curso de «manera coordinada». En sentido, no descartan que se arbitren mecanismos semipresenciales si las autoridades sanitarias lo consideran factible.

Ministerios y gobiernos autonómicos insisten en que el objetivo es garantizar que no se produzca ninguna pérdida de curso escolar en ninguna de las universidades.

En el comunicado final se reconoce que a la vista de que la evolución de la pandemia es imprevisible, los centros están muy condicionados para reanudar la enseñanza presencial. «Las universidades consultarán e informarán a sus estudiantes, docentes y trabajadores de las medidas adoptadas para que puedan prepararse con el tiempo suficiente para efectuar la evaluación o examen final con las debidas garantías. Se deberá tener en cuentas las condiciones propias de cada estudiante para adaptarse a las modalidades de enseñanza y evaluación que se decidan», alega el Ministerio de Universidades.