El curso comenzará con mascarillas, distancia de 1,2 metros y ventilación

En las últimas semanas, la extensión de la variante Delta de la covid-19, más contagiosa que las previas y que ha disparado la incidencia acumulada entre los menores de 19 años, apuntaba a un endurecimiento de las medidas antes del retorno a las aulas, pero las autoridades educativas decidieron ayer continuar con las restricciones fijadas para el curso pasado, que dieron buenos resultados y limitaron al máximo los brotes y la clausura de aulas y escuelas. Según datos del ministerio, el 99% de las clases funcionaron y únicamente el 2% de los centros tuvieron que cerrar en los picos máximos de contagios. «Hago un llamamiento a la prudencia. Este curso no va a ser como el anterior, pero no podemos bajar la guardia», afirmó la ministra de Educación, Pilar Alegría, tras su encuentro con los consejeros.

La guía para la vuelta al cole de septiembre sigue siendo la misma que el ministerio y las consejerías acordaron en mayo y concretaron en junio. El documento 'Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a covid-19 para centros educativos en el curso 2021-2022', publicado el 29 de junio, establece la mascarilla obligatoria para todos los mayores de seis años, aunque con la posibilidad de no utilizarla en determinadas actividades al aire libre; grupos de convivencia estable (conocidos como 'grupos burbuja') hasta 4º de Primaria y si fuera posible, también en 5º y 6º; distancia como mínimo de 1,5 metros entre alumnos, que se podrá reducir en algunos supuestos a partir de 5º de Primaria; ventilación «cruzada y frecuente» en las aulas y organización escalonada de la entrada y salida al colegio, en el recreo, en el patio y en el comedor.

El documento fija también cuatro escenarios en función de la situación epidemiológica de cada municipio, provincia o comunidad autónoma (niveles de alerta 1, 2, 3 y 4) que incluyen restricciones y medidas excepcionales, como las clases semipresenciales a partir de 3º de ESO en los niveles 3 y 4. La definición de cada nivel queda en manos de las comunidades.

Todas estas restricciones se enfocan hacia un objetivo prioritario: que los estudiantes puedan asistir durante todo el curso a sus centros. «Dentro de un entorno seguro, apostamos en todas las etapas y en todos los niveles por la máxima presencialidad, que es la herramienta necesaria para lograr la equidad en la educación», resaltó Alegría.

Si Delta es el mayor peligro contra la presencialidad, la vacunación es la gran esperanza para alcanzar una cierta normalidad en el próximo curso. «La vacunación nos va a permitir garantizar la presencialidad», subrayó la ministra, que abrió la puerta a relajar las medidas cuando descienda la incidencia acumulada. «Esta es la situación de inicio, si los datos epidemiológicos van mejorando, iremos flexibilizando las medidas porque así lo determinarán las autoridades sanitarias. Pero hoy por hoy, la prudencia ha sido clave en el éxito educativo y por eso seguiremos aludiendo a ella», insistió Alegría, que dejó en manos del Ministerio de Sanidad la posibilidad de tener en cuenta también el ritmo de vacunación como criterio para la flexibilización, además de la creación de un registro de estudiantes vacunados. La ministra detalló que casi el 17% de los jóvenes de entre 12 y 19 años ya ha recibido la pauta completa y aproximadamente el 62% ya tiene una dosis.