Las universidades españolas invierten menos en nuevas tecnologías

"Las tecnologías de la información tienen un uso estratégico para las universidades", ha asegurado Segundo Piriz, presidente de Crue TIC, el grupo de la conferencia de rectores que ha elaborado el informe. "Son fundamentales para la gestión de decenas de miles de estudiantes, y profesores, y de personal técnico e investigador", ha explicado Manuel López, rector de la Universidad de Zaragoza y presidente de los rectores de España. "También para proporcionar educación en la red, y para la gestión de bibliotecas o todo lo relacionado con la investigación". Sin la adecuada infraestructura tecnológica, ha asegurado, el sistema universitario se desmoronaría.

El estudio, más que un repaso universidad por universidad, retrata el conjunto del sistema español. "Hay 63 universidades que representan al 84% del alumnado", explica Piriz. Participar en la encuesta es anónimo y los resultados son confidenciales. Su objetivo es que cada centro pueda compararse con "la media nacional". Pese a los presupuestos limitados, recalca el responsable del trabajo, "la situación de las nuevas tecnologías en la universidad española es saludable".

Destaca que cuatro de cada cinco aulas cuenta con un proyector multimedia y con conexión inalámbrica a internet. Los alumnos tienen a su disposición unos 90.000 ordenadores tanto en aulas de libre acceso como portátiles en préstamo. "Pero hay una obsolescencia de equipos en la mayoría de universidades", reconoce López. "La reposición solo se produce cuando no hay más remedio". Estos solo suponen una pequeña parte de la infraestructura tecnológica de las universidades, aclara, pero es la que más notan y señalan los alumnos.

Aplicaciones móviles

Las nuevas tecnologías de la información avanzan a gran velocidad y las universidades se adaptan a ellas al ritmo que pueden. En 2013 apenas un tercio contaba con una aplicación móvil propia que permitiese interactuar con el centro. "Revisar las notas, reservar tutorías o instalaciones deportivas, acceder a apuntes, cosas así", explica Piriz. El año pasado ya eran más de la mitad. De las que aún no lo tienen, muchas quieren implementar estos servicios lo antes posible.

Pero en la universidad no solo se estudia. También se investiga. "Tenemos más de 640 salas de videoconferencia en universidades de España", apunta Piriz. Esto permite a los científicos reunirse con colegas de otras instituciones sin necesidad de viajes, ni alojamientos. Son un coste adicional que ayuda a ahorrar por otros lados. Ese es el objetivo general de la implantación de nuevas tecnologías, asegura José Pascual Gumbau, otro de los implicados en este trabajo. Los siguientes pasos, afirma, será llevar la mayor parte de la infraestructura a la nube lo que permitirá aprovechar al personal técnico para tareas más "interesantes" y optimizar procesos mediante Big Data la acumulación de miles de datos para identificar patrones de conducta y funcionamiento y proponer mejoras.