El Gobierno aprueba un polémico nuevo currículo de religión

Algunos de los contenidos del nuevo currículo de religión han causado polémica y críticas desde asociaciones de padres y madres y sindicatos. Entre los criterios de evaluación de la asignatura destinada a alumnos de segundo de Primaria se encuentra, por ejemplo, «reconocer la incapacidad de la persona para alcanzar por sí mismo la felicidad». En la estructura de la materia para los alumnos de Secundaria, se asegura que «Los relatos bíblicos de la Creación y el Paraíso ejemplifican bellamente la finalidad de la creación de la persona y del mundo entero para su servicio. De su origen creatural y de su llamada a participar en la amistad con Dios surge su dignidad inviolable. No obstante, el ser humano pretende apropiarse del don de Dios prescindiendo de él. En eso consiste el pecado. Este rechazo de Dios tiene como consecuencia en el ser humano la imposibilidad de ser feliz».

Los alumnos de Primaria y Secundaria deben optar por estudiar Religión Católica o su alternativa, Valores Sociales y Cívicos. Según la Conferencia Episcopal, dos tercios del total eligen la primera. Durante las últimas dos décadas previas a la aprobación de la Lomce la asignatura formó parte del currículo de la enseñanza obligatoria pero no contaba para nota media definitiva de los alumnos.