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I. Errazti
Sábado, 19 de agosto 2023, 13:04
Andalucía, Barcelona, las Islas Canarias... El fentanilo está destrozando Estados Unidos, mientras se abre camino en España. Lo dice el último Informe Nacional EDADES 2022: Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España, que se realiza cada dos años dentro del Plan Nacional sobre Drogas ... del Ministerio de Sanidad, en el que se constata un ligero aumento en el consumo de analgésicos opioides entre la población española de entre 15 y 64 años.
Pero el dato más relevante del estudio está relacionado con el consumo de fentanilo, ya sea esporádico o habitual, que, al parecer, ha aumentado de manera significativa. En 2018, el 1,9% de la población española encuestada había consumido la también conocida como 'droga zombie' en algún momento. Sin embargo, en 2022, ese porcentaje se elevó al 14%, aunque algunos espertos han cuestionado esta información. «La cifra que da el Ministerio de Sanidad es incongruente, no es lo que estamos viendo. Es imposible que su consumo haya subido, porque de hecho lo que hemos visto es que las prescripciones médicas se han reducido más de un 50%», aseguraban desde la Sociedad Española Multidisciplinar el pasado mes de mayo.
En cualquier caso, y con los últimos datos oficiales en la mano, el fentanilo se ha convertido en el tercer opioide más utilizado en España, superando a la morfina, cuyo consumo ha disminuido del 14,7% al 6,9%. Aún así, tanto la codeína -popularizada por los cantantes de trap- y el tramadol se sitúan por delante del fentanilo.
El temor a que las escenas de terror que se viven en numerosas ciudades estadounidenses, como Filadelfia, que han sido colonizadas por algo parecido a muertos vivientes, se repita en España llevó al Ministerio de Sanidad a tomar cartas en el asunto hace tres años. Fue entonces cuando se restringió el uso de fentanilo, que se prescribe para aliviar los episodios de dolor irruptivo, únicamente a enfermos de cáncer. ¿Con qué objetivo? Con el de evitar en estos pacientes efectos secundarios como el trastorno por consumo de opioides, o, lo que es peor, que su adicción derive en una sobredosis.
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