Angélica Joya
VERMÚ DE DOMINGO ·
Experta en infantojuvenil antes que madre, dice que tener hijos la aterrizó: «Me dieron ganas de llamar a todas las familias con las que trabajé»Angélica Joya
VERMÚ DE DOMINGO ·
Experta en infantojuvenil antes que madre, dice que tener hijos la aterrizó: «Me dieron ganas de llamar a todas las familias con las que trabajé»Rosa Palo
Domingo, 10 de septiembre 2023, 01:14
Consuela saber que Angélica Joya, experta en psicología infantil, también comete errores a la hora de educar a sus tres hijos: «Todos los días. Así aprendo», confiesa. A partir de ese aprendizaje en carne propia, de sus estudios dentro del campo de la Disciplina Positiva ... y de su experiencia como profesional, Joya ha escrito 'Educar sin desesperar' (Planeta), una guía práctica para criar a nuestros hijos. En plena vuelta al cole, la especialista nos habla acerca de cómo educar desde el respeto mutuo y la conexión emocional.
Publicidad
-Organiza un picoteo semanal en familia para promover la conexión, la autonomía y el trabajo en equipo. El aperitivo del domingo podría ser una opción.
-Me parece una idea muy buena porque el domingo es un día en el que estamos todos un poco más tranquilos y comemos más tarde. Lo importante sería preguntarles a los peques qué quieren hacer, incluso involucrarlos desde el principio en el plato que quieren realizar yendo con ellos a comprar lo que necesitan.
-Ya ejercía como psicóloga infantojuvenil antes de ser madre. Después de tener tres hijos, ¿hay mucha diferencia entre la teoría y la práctica?
-¡Buah! ¡Muchísima! [risas]. Suelo bromear diciendo que, después de ser madre, me dieron ganas de llamar a todas las familias con las que había trabajado y decirles que les había pedido cosas que ahora veo que no son tan fáciles. Sí, cambia muchísimo la perspectiva, te aterriza muchísimo más.
-Afirma que, tradicionalmente, se ha equiparado el respeto a la obediencia y a la sumisión.
-Sí, sobre todo en la relación niño-adulto suelen confundirse. Es importante distinguir el respeto de la obediencia. En el libro hablo de un tipo de respeto mínimo, que es «te trato de una manera digna porque eres una persona y mereces ser tratada como tal, da igual tu edad, tu condición social, etcétera», y también de un respeto más profundo, el de «yo te veo y te acepto como eres, no quiero cambiarte a mi imagen y semejanza».
-No es partidaria de las técnicas premio-castigo que tanto hemos utilizado.
-Yo también las he utilizado [risas]. Con el primero usé algo, y también como profesional antes de ser madre, porque eso era lo que veía en la universidad.
Publicidad
-¿Y cómo las sustituimos?
-Con el cambio de mirada. Para explicarlo utilizo la metáfora del ingeniero y del pastor. A veces creemos que podemos y debemos ser ingenieros de nuestros hijos, diseñarlos desde el inicio y moldearlos para que sean lo más cercano posible a lo que tenemos en mente. Pero el duelo que he hecho como madre al cambiar la mirada es que yo no puedo ni quiero ser ingeniera de mis hijos, sino que lo que quiero es ser pastor, es decir, yo me aseguro de darle lo que para mí es el mejor prado y le digo: «Oye, está aquí, ¿quieres?». Y él decidirá si comer de ese prado o no. Ese cambio de mirada es fundamental y, a partir de ahí, todo es más fácil: si yo me libero de eso, ya puedo afrontar distintas situaciones sin técnicas de premio y castigo, y puedo confiar más en sus decisiones, y empoderarle, y jugar el rol de influirle más que de controlarlo.
-Un consejo para los padres de esos niños que se resisten a volver al cole.
-Te voy a decir algo que no solo sirve para la vuelta al cole, sino que se aplica en general para saber cómo acompañar una emoción fuerte de «no puedo, no quiero hacer esto», pero que tú, como adulto, sabes que es importante que se haga. En el libro lo llamo 'la trilogía de la frustración', y se resume en «es difícil, tú puedes, estoy aquí». «Es difícil», muestra empatía: sí, es un rollo, ya lo sé, a mí también me da pereza. «Tú puedes» expresa confianza: el año pasado también te costó, pasaste más o menos por lo mismo, pero lo superaste. Y, por último, «estoy aquí»: dime qué necesitas de mí, en qué te puedo ayudar. Pero sin saltarnos ningún paso: el orden es muy importante.
Publicidad
-¿Y qué hacemos con los móviles? Es difícil negárselos.
-Es difícil, sí, pero podemos. Mi hijo, de 13 años, es de los pocos de la clase que no tiene 'smartphone', aunque le hemos comprado un teléfono que solo sirve para llamar. Nosotros nos sentamos con él y le dijimos: «Mira, creemos que no puedes tener un 'smartphone' ahora porque estás en la edad en la que tu cerebro tiene más tendencia a crear adicciones, y porque tu círculo de recompensa se estimula muchísimo más». Hay que poder darles una razón clara: esto es lo que va a pasar y esta es la razón, aunque no te vaya a gustar. A la hora de poner límites es mucho mejor si los involucramos y decidimos juntos, pero muchas veces no podemos hacerlo, así que los involucramos diciéndoles las razones por las cuales tomamos esa decisión. Tampoco es malo poner límites haciéndolo de una manera un poquito más unilateral.
-¿Y si su hijo hubiera seguido insistiendo?
-¿Quién dice que no lo ha hecho? [Risas]. Cuando pones límites es muy importante tenerlos muy claros porque, en cuanto dudas, ellos no ven un semáforo rojo, sino amarillo. Ante esa insistencia, tú caes en sobrexplicar muchas veces lo mismo, y ellos creen que es negociable porque estás teniendo una conversación, pero no es así, y esas conversaciones pueden acabar en faltas de respeto. Por eso puedes decir «sé que ya has entendido la razón, por lo que ahora no vamos a hablar más». Y parar la conversación sin sentirnos mal porque ya se lo hemos explicado.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.