Siete opciones para Triunfar en Halloween

Un clásico y el disfraz más sencillo de todos. Solo necesitaremos papel higiénico o un paquete de gasas, con los que cubriremos el cuerpo del niño, dejando la cara al descubierto. También podemos añadir manchas rojas con rotuladores para simular sangre y hacerlo más terrorífico.

Un pantalón negro, una camisa blanca y una capa negra, que bien se puede hacer con un retal o con papel cuché. Y luego, una buena capa de maquillaje que imite la palidez y las ojeras, más unos afilados colmillos dibujados... Si se quiere añadir algún complemento, puede llevar una botella de agua con colorante rojo, que simule la sangre.

Aquí tenemos un clásico de Halloween y para realizarlo en casa de forma fácil y económica, solo necesitamos un pantalón y una camiseta negros y tela blanca. Con ésta haremos la forma de los huesos de los brazos, las piernas y las costillas y los coseremos a la ropa.

Un vestido negro de mamá y un cinturón bastan para convertir a la princesa de la casa en una aterradora bruja de Halloween. Un sombrero de pico con cartulina y una rama como varita son los complementos perfectos para este atuendo, al que se puede añadir pintura verde para la cara y un poco de eyeliner para dibujar verrugas o imperfecciones.

Un chándal negro, preferiblemente de sudadera con capucha, y una careta de cartón pueden servir para crear el disfraz de asesino en serie de película de miedo. Un puñal de mentira ayuda a que la sensación de miedo se agudice.

Para confeccionar un bonito y terrorífico disfraz de Frankenstein necesitaremos vestir al niño con una camisa de cuello alto y unas hombreras con mucho volumen. Después coloca tuercas falsas a ambos lados de la camisa, pinta su cara de color verde y perfila unas ojeras y unas cejas gruesas con un lápiz negro. Finalmente, con una cartulina marrón o color carne, fabrica un gorro a modo de frente.