Dimite el concejal de Vox de Badajoz condenado por violencia de género

Vox admitió en la mañana de ayer, a raíz de conocerse los hechos, que estudiaba las medidas a adoptar. Pero tardó seis horas en reclamarle que entregara el acta. Hasta las seis y media del viernes no envió ese primer comunicado.

El segundo ha llegado este sábado a las 21.30 horas. Son solo cuatro líneas con las que Javier Liso da por terminada su vida municipal. Entró en el Ayuntamiento tras las elecciones del 28 de mayo pasado y ha estado desde entonces, al igual que su partido, en la oposición.

La siguiente en la candidatura de Vox es la farmacéutica María Jesús Salvatierra Gordillo. Si esta declinara la posibilidad, entraría la arquitecta Rocío Pérez Barroso.

De todas formas, la renuncia de Liso no es inmediata. Debe presentarla a un pleno para que sea efectiva. Es posible que el próximo jueves día 22 se celebre la sesión ordinaria de febrero

A pesar de que no era conocido en el panorama político, es miembro del partido de Abascal desde 2019 y ha desempeñado algún cargo en la dirección provincial hasta que este otoño la formación renovó los órganos y decidió quitar a todos aquellos que habían conseguido un puesto público en las administraciones. Para que estos se dedicaran al cargo mientras que otros compañeros sin responsabilidad pública se dediquen a la estructura del partido.

Liso tenía cierta proyección. Porque en las últimas elecciones generales, las del 23 de julio y habiendo salido elegido ya como concejal, Vox volvió a confiar en él para el puesto número tres por la provincia al Congreso de los Diputados. Solo obtuvieron un escaño y, por tanto, se quedó fuera de la Carrera de San Jerónimo.

De 35 años, Javier Liso es abogado. Desde 2014 es mediador con especialización en Derecho Penal y Civil, actividad que ejerce por su propia cuenta.