El detenido por el crimen de una mujer en Lugo la conoció esa noche y tenía su portátil

El cadáver de Cristina Cabo, de 42 años, fue hallado el domingo en su domicilio de la Rúa Quiroga, en la ciudad de Lugo, con evidencias de haber recibido múltiples cuchilladas. El presunto autor del homicidio fue identificado en días pasados por el hurto de un bolso y amenazas a su propietaria.

En un comunicado, la Policía confirma que el aviso se recibió el domingo sobre las 22:00 horas, a través de la Sala del 091, por parte de la hermana de la víctima. Acudió a su casa porque la familia no tenía noticias de ella desde el sábado por la tarde, y la encontró muerta en su dormitorio.

La Policía destaca el trabajo «intenso» realizado y la detención «en tiempo récord» del presunto autor del homicidio.

Activada de la investigación, tras el hallazgo del cadáver, los agentes de la Policía Científica recabaron pruebas e indicios en el lugar de forma ininterrumpida durante 24 horas, incluso con la colaboración de funcionarios de la Jefatura Superior de Galicia, especialistas en la aplicación de determinados reactivos.

También los agentes de Judicial recabaron las primeras informaciones, que dieron lugar a las diligencias que se practicaron de forma continua hasta la detención del autor. Entre ellas, la Policía ha destacado las más de 20 declaraciones tomadas en el entorno de la víctima, desde los vecinos del inmueble y del barrio, así como familiares y amigos.

También apunta que el visionado de las cámaras fue de gran ayuda a la hora de «centrar la investigación».

La Policía incide en la «presión» ejercida, así como en el «sigilo» de las diligencias, y ratifica que todo ello, junto con la colaboración ciudadana, señaló a un hombre con domicilio en el otro extremo de la ciudad, y con el que no tenía relación previa como presunto autor del delito.

Ya este martes, una vez identificado, un dispositivo formado por una docena de agentes procedió a su búsqueda, localización y detención. Ejerció «una gran resistencia», según traslada la Policía, pero fue reducido y trasladado a dependencias policiales, donde se le metió en los calabozos para ser oído en declaración antes de su pase a disposición judicial.

En la tarde de este martes se procedió a realizar el registro de su domicilio en el que fueron intervenidos diferentes efectos, entre ellos el ordenador portátil de la víctima.

En esta jornada se continúan practicando diligencias, ya que pendiente está todavía la toma de declaración y que el detenido pase a disposición judicial.