El Defensor del Pueblo ha recabado 445 testimonios de víctimas de pederastia clerical

La comisión que se encarga de aclarar el escándalo ya ha comenzado a redactar el informe, que prevé presentar en el Congreso antes de que se agote la presente legislatura. El titular de la entidad, Ángel Gabilondo, aseguró que en el texto figurarán qué diócesis no les han procurado información. Por ahora, son «pocas» la diócesis que se han prestado a colaborar, según dijo Gabilondo, quien su día haber apreciado poco «entusiasmo» en al jerarquía eclesiástica por la investigación.

«Estamos satisfechos con el ritmo de llegada de los testimonios y con la cantidad de víctimas que se han dirigido a nosotros, pero lo que realmente nos importa y preocupa, más que el número, es escuchar a las víctimas y hacerlo con respeto, con seriedad, con discreción y con confidencialidad», asevera el Defensor en un comunicado.

El medio de que dispone el Defensor del Pueblo para presionar a los obispados es presionar con que se publicarán los nombres de las diócesis remisas a dar sobre abusos sexuales. «La información que tengamos la daremos y la que no tengamos también. Diremos también quién no nos ha dado información. Si de las 70 diócesis nos contestan 32, diremos 'estas 32 nos han respondido y estas 38 no'», dijo Gabilondo en una rueda de prensa en el Congreso.

La institución también se ha reunido con el presidente de la Conferencia de Religiosos (Confer) y con las cinco congregaciones que presentan un mayor número de casos, además de con la patronal de la enseñanza religiosa concertada, Escuelas Católicas.

La información pedida por el comisionado se refiere a cuatro puntos: datos sobre los casos de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica, desde 1950 hasta la actualidad; medios de escucha y reparación a víctimas puestos en marcha; protocolos de prevención y protocolo de intervención ante el conocimiento de posibles casos de abuso sexual.

«Todo está en un proceso que me permite pensar, no tengo dudas, que va a colaborar la Iglesia, pero hay que demostrarlo: ahora es el momento de los hechos. Con toda honestidad, conocerán el Parlamento y la sociedad española cuál ha sido el nivel de colaboración de la Iglesia católica», remachó.