«A Daniel Sancho le vamos a traer a España sí o sí»

España y Tailandia no cuentan con un convenio de extradición para que un ciudadano español pueda ser juzgado en nuestro país por la presunta comisión de un delito en suelo tailandés. Disponen, en cambio, de un acuerdo firmado en 1983 «en materia de ejecución de sentencias penales», por el que se podría solicitar la entrega de Sancho una vez haya sido condenado en el país asiático y tras cumplir parte de la pena que se le haya impuesto -unos ocho años-, siempre que no sea la de muerte, Dada la gravedad de los hechos que se le imputan y que él mismo ha confesado, ¿existe alguna posibilidad de que el joven cocinero se libre de ella?

Hay quien se muestra más que optimista al respecto. Como Javier Casado, director de la Fundación +34. que dentro de un año cumplirá una década prestando apoyo a españoles encarcelados en el extranjero, 907 en prisiones de 69 países, según el último balance realizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de fecha 31 de julio. «Vamos a traerlo a España sí o sí», afirma rotundo el responsable de la ONG. «Tardará más o menos, dependiendo de la sentencia, pero vendrá y tendrá que cumplir condena en nuestro país, en Soto del Real. Porque lo que se hace es traspasar la sentencia, aunque evidentemente no es lo mismo acatarla en casa que en Tailandia», advierte. Un país donde los reclusos soportan condiciones extremas: problemas de hacinamiento, escasez de comida, calor...

En condiciones normales, calcula Casado, Daniel Sancho podría ser juzgado en seis meses. «Los juicios en Tailandia son muy rápidos. En escasamente una semana ya están vistos para sentencia, y el fallo se conoce una semana después», indica. La pena de muerte es una posibilidad para el hijo de Rodolfo Sancho, pero «desde 2018 no se ha ejecutado a ningún ciudadano extranjero en Tailandia, pese a haber sido cuatro los condenados por homicidio», subraya el portavoz de +34, Además, recuerda, existe el precedente de Artur Segarra, el descuartizador de Terrassa que en 2016 asesinó al empresario ilerdense David Bernat, y que imploró clemencia al rey para conmutar su pena por la de cadena perperpetua. Dos años después, el monarca Maha Vajiralongkorn, le perdonó la vida.

Años atrás se había dado el caso de María Nieves García Alcaraz, condenada a muerte en 2010 por tráfico ilícito de drogas, y que tras ser indultada por el rey Bhumibol Adulydej, padre de Rama X, se convirtió en la primera española presa de Tailandia devuelta a España para terminar de cumplir su condena.

Con estos antecedentes, Josep María Tamarit, catedrático de Derecho Penal de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), también cree «poco probable» que Daniel Sancho sea condenado a muerte, aunque prefiere no hacer pronósticos. «Será la decisión soberana de Tailandia, que sí, que tiene una estructura más o menos democrática, pero con unas deficiencias que se han detectado en informes de derechos humanos de organizaciones internacionales». El presunto asesino, apunta el experto, «está a disposición» del país asiático, «un Estado soberano que va a decidir lo que le parezca oportuno, porque no hay ninguna norma internacional, ni por su puesto nacional, que le obligue a trasladarlo».

Para que el asunto llegara a buen puerto, España y Tailandia, expone Tamarit, deberían poner en marcha «un mecanismo bilaterial de negociación, y aplicar los criterios generales que se basan sobre todo en las garantías de reciprocidad entre ambos países, y eso entra dentro del juego de las relaciones internacionales». Y en todo lo que tiene que ver con mecanismos de extradición y cooperación «hay una parte de política muy importante. En todo lo que no está expresamente regulado, con unos límites legales establecidos, queda un amplio margen para la actuación política, no tanto de las relaciones diplomática. Dependerá de qué intereses tengan en esa negociación ambos países. Se van a poner otros temas encima de la mesa», señala el catedrático,

Con Sancho, son cinco los españoles que a día de hoy permanecen ingresados en cárceles tailandesas. En Koh Samui, donde se encuentra desde el miércoles el joven cocinero, cumple condena desde mayo de 2020 Carlos Alcañiz, un violento criminal originario de Terrassa. Apodado como 'El Elegido', este catalán de 36 años, aficionado a las artes marciales y de tendencias problemáticas, acabó entre rejas por el asesinato del chileno René Patricio Guzmán, amigo y compañero de trabajo, el 10 de mayo de 2020 en la localidad tailandesa de Ban Tai.