El Cumbre Vieja no da tregua tras cinco semanas en erupción

Los expertos no se atreven a predecir cuánto puede durar todavía la erupción ni el comportamiento de las coladas, la última de las cuales discurre hacia el sur del cono volcánico, tras otro derrumbe ocurrido el sábado, y amenaza la zona de Las Manchas y su cementerio. La lava cercaba también la localidad deLa Laguna donde una lengua adormecida alcanzaba ayer los 14 metros de altura. Podría avanzar arrasando más casas o encauzarse en otra colada hacia el mar y acabar con más explotaciones agrícolas.

Tampoco cesa la actividad sísmica, que se incrementó con más de 80 temblores registrados ayer, casi 150 desde el viernes pasado, algunos por encima de los 5 grados y que se sintieron en las islas vecinas.

La calidad del aire empeoraba también el domingo y la atmósfera había recibido más de 36.100 toneladas de dióxido de azufre, muy lejos de las entre 100 y 50 toneladas que no supondrían una amenaza para la castigada población palmera. Una ciudadanía que sigue luchando contra las cenizas que invaden buena parte de la isla y que espera la entrada en funcionamiento de las desaladoras móviles que permitirán salvar la maltrecha agricultura, muy especialmente las fincas plataneras, la base de la economía de la isla canaria.

De las infraestructuras dañadas por la lava, 2.143 han sido destruidas y 127 han sufrido daños. En las carreteras hay 65 los kilómetros de vías destruidas y otros 3,5 kilómetros que podrían tener daños. La altura de las columnas de cenizas y gases era ayer de 3.200 metros.