Cucarachas cyborg al rescate

Con un clic la cucaracha de Madagascar va a la derecha y con otro, a la izquierda. «A pesar de los dispositivos mecánicos, la electrónica ultrafina y los materiales flexibles permiten que los insectos se muevan libremente», indica Takao Someya, director del instituto especializado en aplicaciones biomédicas y en que «el uso de insectos cyborg sea una realidad».

Esa realidad consistiría en utilizar a estos seres vivos mitad androides para que entren en lugares a donde los hombres y sus máquinas actuales no pueden, o quieren, entrar. Por ejemplo, áreas afectadas por desastres naturales o químicos.

Los científicos citan, en el artículo que presentaron a la revista 'NPJ Flexible Electronics', el rescate de personas atrapadas por esas debacles o la monitorización del medio ambiente. Aunque estos experimentos con cucarachas no son nuevos y se desarrollan desde hace más de una década, la clave que ha imposibilitado el boom de cucarachas cyborg es el tiempo que se les puede controlar.

«Para que el uso de insectos cyborg sea práctico, se les debe poder controlar de forma remota durante largos períodos de tiempo. Esto requiere el control inalámbrico de los segmentos de sus piernas. Mantener la batería cargada es fundamental: nadie quiere un equipo de cucarachas cyborg fuera de control deambulando», indica Someya.

En el desarrollo de la celda solar se centró el ensayo de Riken, para que la «mochila especial» calzara en esa «superficie limitada» y se adhiriera sin soltarse largos lapsos y sin estorbar los movimientos del insecto. En el futuro, también escarabajos.

Según sus diseñadores, el sistema se sujeta hasta un mes. La creación de estos animales, a los que con frecuencia les deben mutilar partes de su organismo y que obedecen como una reacción al dolor, ya ha generado tímidos debates éticos en el pasado. Porque más que el usual asco estas cucarachas rescatistas dan pena y solo salvar vidas podría redimirlas.