La crisis migratoria del Open Arms desencadena varias políticas

También se ha desatado la polémica a nivel europeo, en donde la política migratoria común es uno de los grandes desafíos a resolver. Bruselas está de manos atadas, como recuerdan desde hace dos semanas en la capital comunitaria. A ello se suma que la predisposición a encontrar una solución conjunta mostrada por países como España, Francia, Alemania o Portugal contrasta con la de países del este como Hungría o Polonia, donde el migrante es considerado un enemigo.

Por último, el Gobierno español también ha debido enfrentarse a las críticas de sus adversarios políticos. Por la izquierda, el Ejecutivo socialista ha sido acusado de cambiar de criterio, ya que hace poco más de un año acogió a las 600 personas rescatadas por el Aquarius y ahora, justifican los críticos, no se implica a fondo con el Open Arms. Por la derecha también comienzan a arreciar los ataques. En opinión del presidente de Andalucía, el popular Juan Manuel Moreno, «se está utilizando este tema con mucha demagogia por parte del Gobierno Central, que no tiene un criterio claro, como ha demostrado este año».

La respuesta llegó por boca de la ministra de Defensa. «Nadie puede dar lecciones de solidaridad y generosidad a este Gobierno que está cada día rescatando en el mar y que lo está haciendo sin una utilización demagógica como hace el PP», apuntó Margarita Robles.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez, mientras tanto se defiende con un mismo argumento, España es el país de la UE que más personas rescata del mar. La última crisis es la abierta entre Madrid y Roma, o más bien entre España y Salvini. «Se desacredita por sí solo», dijo Robles al ser preguntada por el político italiano, quien aboga porque el Open Arms desembarque en Ibiza o Formentera.