Nueve consejos para hacer un buen cambio de armario

Para que esta tarea no se te atragante demasiado solo debes seguir una serie de consejos. Una vez que empieces con el cambio de armario puedes realizar otra tarea muy necesaria, revisar si te pones toda la ropa de verano que vas a guardar durante el invierno.

El final del verano es todo un drama para muchos, volver al trabajo, los días son más cortos, vuelve el frío y, además, tienes que hacer el cambio de armario. Se trata de una tarea pesada, pero necesaria para poder tener a mano toda la ropa necesaria para esta época del año.

La ropa de verano debe dejar hueco a la ropa de invierno. Lo más recomendable es guardar la ropa lavada y bien planchada. Muchos la guardan en cajas de plástico si no tienen otro armario para esta función. Para que se mantenga el olor puedes guardar tus prendas junto a pastillas de jabón y cuando vuelva el verano solo las tendrás que volver a colgar.

Las maletas pueden ser una opción si no tienes mucho espacio, pero si tienes un canapé o grandes altillos puedes guardar ahí tu ropa de verano.

A más de uno se le olvida este paso. Antes de meter tu ropa de invierno, debes limpiar bien tu armario una vez que quede vacío. Además, debes dejarlo abierto unas horas para que se ventile bien. También puedes dejar bolsitas aromáticas o pastillas de jabón en las esquinas y cajones.

Es el momento de elegir la ropa de otoño. Puede que cuando estés vaciando el armario te des cuenta de que tienes prendas útiles para el entretiempo y que puedes seguir conservando a mano. Si encuentras prendas que hace mucho que no utilizas déjalas en el montón.

uno con todo lo que te vas a quedar, uno con la ropa que no y otro con la categoría de las indecisiones, al que puedes volver más tarde. La ropa que tengas claro que te vas a quedar la debes doblar como la encuentras en las tiendas y la que no te quieras quedar debes apartarla en bolsas para donarla o venderla.

Salvo que la prenda sea muy pesada y tienda a dar de sí, lo más recomendable es que tengas la mayoría de la ropa colgada en perchas. Los jerséis de punto, por ejemplo, no se cuelgan en perchas; el resto sí. Así, podrás ver todo mucho mejor y que elegir la ropa de cada día no te cueste tanto.

Esto te facilitará mucho la tarea a la hora de buscar combinaciones y, además, aportará un toque estético más equilibrado.

Ya que vas a hacer el cambio de armario, puedes revisar tu ropa interior. Seguro que a más de una prenda ha llegado a su final. Así empezarás esta nueva estación con ropa interior nueva.

Guarda tus zapatos de verano en cajas para que no cojan polvo. Y coloca tus zapatos de invierno en el zapatero como si fueses una auténtica celebrity.