Condenados los padres del bebé muerto en Zaragoza a 5 y 2 años de cárcel

La sentencia condena al padre, Rachid B. como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave a tres años de prisión por la muerte de su niña pequeña, a cinco meses de prisión por un delito de lesiones por imprudencia grave por las lesiones producidas a su hijo y a otros dos años de prisión por un delito contra la integridad moral de las personas.

La madre, Bouchra S., ha sido condenada a dos años de prisión como autora de un delito contra la integridad moral de las personas y a cinco meses de prisión por un delito de lesiones por imprudencia grave.

Sobre ambos pesa también la prohibición de acercarse a su hijo menor a menos de 200 metros y de comunicarse con él por cualquier medio durante dos años. Igualmente, la pareja, de origen marroquí, habrá de indemnizar solidariamente al niño con 3.000 euros.

La sentencia considera como hechos probados que la pareja, que tiene también otra hija mayor, llevó a su bebé nacido el 15 de marzo de 2014 a la Unidad Pediátrica del Hospital Miguel Servet de Zaragoza el día 10 de abril de ese mismo año, presentando diversos traumatismos en la zona frontal, parietal y occipital de la cabeza y sangrando por la nariz. Además, se detectó una hemorragia retinal y cerebral a consecuencia de la cual la menor falleció.

La causa de dichas lesiones "fue la conducta agresiva, por zarandeo o similares, que el acusado Rachid B. ejerció en la persona de la menor, omitiendo las más elementales normas de cuidado", indica la sentencia.

Asimismo, según el veredicto del jurado popular formado para el enjuiciamiento de los hechos, ha quedado probado que los acusados Rachid B. y su esposa Bouchra S. llevaron a su otro hijo, un menor de 3 meses de edad nacido el 4 de mayo de 2015, en diversas ocasiones al Centro Médico Ambulatorio de Santa Isabel porque no ganaba peso y lloraba mucho con frecuencia.

Como no mejoraba, el niño fue enviado por el Centro Médico de Santa Isabel a la Unidad de Pediatría del Hospital Miguel Servet en julio de 2015 donde le fueron detectadas al menor, en un reconocimiento completo, diversas fracturas óseas y, más concretamente, ocho fracturas en la zona costal y siete en las extremidades inferiores (fémur y tibia) y en los brazos, haciendo un total de 15 fracturas que, de no haber sido atendidas, podían haber acarreado serios problemas al niño, que necesitó 60 días para recuperarse, de los que ocho fueron de ingreso hospitalario.

Estas lesiones le fueron causadas por sus padres "no de manera intencionada, pero sí omitiendo las más elementales normas de cuidado", ha considerado el juez, al estimar probado, según el veredicto del jurado, que la pareja ejerció en varias ocasiones y de manera reiterada una conducta agresiva, zarandeo o similares, en su hijo menor y que, por ese trato, "se deterioró y menoscabó la dignidad e integridad moral del menor".