colpisa/AFP
Londres
Martes, 6 de agosto 2019, 21:01
La marca más frecuente en el horizonte de las calles de Belfast son las grúas amarillas del astillero Harland and Wolff, que construyó el 'Titanic' y se ha declarado en quiebra tras 160 años. Tuvo 30.000 empleados en su época de mayor actividad, ... la Segunda Guerra Mundial, y los 130 que trabajaban ahora en sus instalaciones recibieron el lunes la noticia de su despido.
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El nordeste de Irlanda se convirtió en la región más rica de la isla gracias a los hugonotes, refugiados allí desde finales del siglo XVII para huir de la persecución del protestantismo en Francia. Talleres y factorías textiles florecieron, y el puerto de Belfast exportaba sus productos. Los dueños del puerto crearon un astillero con maquinaria para moldear y perforar chapa cuando la navegación con barcos de casco metálico se expandía. Un ingeniero inglés, Edward Harland, se empleó en la compañía y la adquirió con apoyo financiero de un alemán, Gustavus Shwabe.
De familia judía que se había convertido al luteranismo en Hamburgo, Shwabe se había establecido en el gran puerto del norte inglés en aquel tiempo, Liverpool, donde acogió a su sobrino, Gustav Wilhelm Wolff. Fue primero asistente personal de Harland y muy pronto su socio. Su tío participó en la fundación de la naviera Ocean Steam Navigation con la condición de que construyese sus barcos en la compañía de su sobrino en Belfast. Harland y Wolff fueron también políticos y su gran astillero fue sacudido por el sectarismo religioso. Trabajadores protestantes exigían el despido de los católicos o los echaban por la fuerza en los momentos tensos de la política irlandesa y británica.
El hundimiento del 'Titanic', en 1912, consternó al mundo, pero el orgullo local por las elaboradas artesanías y la ingeniería del buque sobrevivió. En 2012 se inauguró un gran museo dedicado a aquella gesta culminada en tragedia en el Titanic Quarter, un distrito que concentra nuevas industrias y servicios para reactivar la economía local en terrenos del viejo astillero.
Harland and Wolff, en decadencia desde los 60, fue nacionalizada en 1975 y privatizada a finales de los 80. Es ahora propiedad de una firma noruega que la dirigió hacia la construcción de bases y otros componentes de aerogeneradores marinos y a servicios de mantenimiento de barcos. La compañía ha justificado su quiebra porque no tiene ningún pedido en cartera.
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