Secciones
Servicios
Destacamos
Johana Gil
Jueves, 25 de agosto 2022, 17:02
Sin necesidad de óvulos o espermatozoides, científicos de la Universidad de Cambridge han logrado crear un modelo de embrión 'sintético' (embrioide) con un corazón que late, cerebro y los demás órganos en su etapa inicial. La investigación, que ha llevado diez años, imitó el proceso ... natural a partir de células madre de ratones cultivadas en una placa de laboratorio e introducidas en una máquina que simula el funcionamiento del útero, de ahí que lo llamen embrión sintético. Este avance permitirá seguir en vivo y en directo la evolución del embrión con lo que se podrán detectar malformaciones congénitas y alteraciones genéticas. Y también es un primer paso que abre la posibilidad de crear órganos en el futuro, igualmente artificiales, para pacientes que esperan trasplantes que nunca llegan por escasez de riñones, hígados o corazones.
A diferencia de estudios anteriores, el equipo dirigido por la profesora del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia, Magdalena Zernicka-Goetz, ha llegado hasta el punto en que el cerebro comienza a desarrollarse. Aunque no se creó por completo, sí se empezó a solidificar, dividir por regiones y a formar la parte frontal, que es el área más grande. Además, se moldeó el tubo neural, que es el armazón básico del sistema nervioso central, el tubo intestinal preliminar y partes externas que generaron el entorno adecuado para la evolución del embrión al brindar nutrientes y oxígeno.
Creación de embriones
con un útero artificial
El embrión se forma a partir
de células madre de ratón y
evoluciona hasta que se empiezan a crear sus órganos
1
Los científicos obtuvieron células madre de ratón
2
Órganos
Estas células, con
capacidad para
convertirse en
cualquier tejido,
se diferenciaron en células para crear:
Placenta
Saco vitelino
3
En el laboratorio,
se empiezan a
formar grupos
celulares
Se introduce en un útero artifical
4
Una máquina simula la circulación de la sangre y los nutrientes
5
Día 3
El embrión pasa a tener forma cilíndrica
Día 6-7
Se crea lo que será la cola y la cabeza
T. neural
Corazón
T. digestivo
Día 8
Tiene un corazón que late, un tubo neural y un tubo digestivo. Primeros indicios de lo que sería un cerebro
Á.S.
Fuente: Universidad de Cambridge
Creación de embriones con un útero artificial
El embrión se forma a partir de células madre de ratón y evoluciona hasta que se empiezan a crear sus órganos
3
En el laboratorio,
se empiezan a
formar grupos
celulares
1
2
Órganos
Los científicos obtuvieron células madre de ratón
Estas células, con capacidad para convertirse en cualquier tejido, se diferenciaron en células para crear:
Placenta
Se introduce en un útero artifical
Saco vitelino
4
Una máquina simula la circulación de la sangre y los nutrientes
T. neural
5
Corazón
T. digestivo
Día 3
El embrión pasa a tener forma cilíndrica
Día 6-7
Se crea lo que será la cola y la cabeza
Día 8
Tiene un corazón que late, un tubo neural y un tubo digestivo. Primeros indicios de lo que sería un cerebro
Á.S.
Fuente: Universidad de Cambridge
El revolucionario estudio publicado este jueves en la revista 'Nature' relata que se ha conseguido que las células «maestras», que pueden convertirse en cualquier clase de célula, extraídas del roedor se comuniquen entre sí para formar la placenta, el saco vitelino y los tejidos, un resultado pionero en este campo. Al colocar estas tres 'piezas' en la matriz artificial y con un movimiento constante con el que la máquina (se llama Ex Útero) imita la circulación de la sangre, se transforma hasta tener una estructura inicial de lo que podía ser un cuerpo con cola y cabeza. Por lo tanto, se podrá observar directamente cómo se crean los órganos desde sus primeros pasos.
Sin embargo, el investigador del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Lluis Montoliu, aclara que estos no son embriones naturales. El análisis culmina en el octavo o noveno día del desarrollo embrionario, casi la mitad de un proceso de gestación de los ratones de alrededor de 20 días, equivalente a más de un mes del de los humanos. Por ello, «este es un primer paso para la fabricación de órganos, aunque todavía es algo lejano». En un futuro se espera que este método sirva de guía con células madre humanas, destaca Zernicka-Goetz. «Se están haciendo modelos humanos similares con el objetivo de generar órganos y así comprender sus propios mecanismos», apunta la investigadora polaca y catedrática en Cambridge.
Por ahora, el éxito es estudiar la etapa posterior a la implantación en el útero, según Montoliu, un proceso oculto para los científicos con embriones reales. En muchos países, incluida España, prohíben por ley cultivar embriones humanos en el laboratorio más allá de los 14 días. Justo después de ese tiempo se produce la gastrulación, una de las fases más importantes porque las células se reorganizan para formar el plano general de un cuerpo.
«Este periodo de la vida es muy misterioso, por lo que poder ver cómo se desarrolla en una placa permitirá entender por qué fracasan tantos embarazos», explica la catedrática polaca. Durante el periodo sensible -del día 14 al 28 en un embarazo humano- suceden muchos abortos espontáneos y también malformaciones congénitas que dan paso a enfermedades de por vida. Los embrioides también permitirán examinar alteraciones genéticas que pueden derivar en patologías como el cáncer.
Una vez se pueda superar esta etapa en un futuro estudio con células humanas, lo que ya se ha logrado con las de ratones, se podrá conocer cómo curar los órganos adultos, ilustra Zernicka-Goetz.
Esta investigación complementa el reciente estudio del Instituto de Ciencias Weizmann, en Israel. El equipo dirigido por el profesor Jacob Hanna, del Departamento de Genética Molecular del Instituto Rehovot, ha logrado resultados análogos con embriones en estadios similares. Los avances se confirman entre sí, señala Montoliu. «Lo importante es que los dos son capaces de generar un embrión sintético y dan paso a la pregunta de cuál es la función de los genes que lo componen».
Al contar con la arquitectura inicial de los órganos, los científicos pueden investigar con las células. «Es posible conocer el aporte de algunos genes de función desconocida. Activarlos y desactivarlos para ver los efectos en la formación del cuerpo», explica Montoliu.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.