El Trineo de Viento parte al 'corazón' de la Antártida

'Antártida Inexplorada 2018-19' estará dirigida por el creador y promotor del Trineo de Viento, el explorador polar Ramón Larramendi, que ha organizado con esta un total de diez expediciones al Ártico y la Antártida desde el año 2000 con su vehículo eólico, que ha sido construido para esta expedición.

Larramendi estará acompañado de los expedicionarios Ignacio Oficialdegui (biólogo y experto energías renovables), Hilo Moreno (guía y ayudante en la base antártica española Juan Carlos I) y Manuel Olivera (ingeniero industrial). Los cuatro expedicionarios, expertos pilotos del trineo, han recibido formación para el desempeño de las tareas científicas que tienen encomendadas en esta expedición.

La expedición recorrerá en total 2.000 kilómetros por una ruta triangular que «no ha sido realizada con anterioridad sin medios motorizados y sin asistencia externa».

El Trineo de Viento partirá desde las cercanías de la base antártica rusa Novolazárevskaya hacia el interior del continente, en dirección al domo Fuji, situado a 3.810 metros de altitud, un lugar donde se localiza una base japonesa y el segundo punto más alto del interior de la Antártida, donde se han registrado una de las temperaturas más bajas registradas en el planeta (93,2 grados bajo cero, en 2010).

Aunque la expedición se realiza en verano austral, el equipo deberá soportar temperaturas de 50 grados bajo cero o inferiores. El Trineo de Viento llegarán a la cima del domo desde la base científica norteamericana Base Plateau (en la tierra de la Reina Maud), abandonada desde 1969, para iniciar desde Fuji el regreso a Novo de nuevo.

Esta campaña es la tercera ocasión en la que el trineo visita la Antártida, aunque ahora lo hace con «un vehículo mejorado, un objetivo 100% científico y una ruta de exploración que supone un reto», dada la altitud que debe alcanzar impulsado únicamente por energía eólica.

El objetivo de esta iniciativa es demostrar, tras casi 20.000 kilómetros ya recorridos en territorios polares, que el eco-vehículo polar es una alternativa «eficiente», la «más sostenible que existe» (cero emisiones) y «eficaz para la investigación polar nacional y mundial incluso en las condiciones más adversas».

Además, realizarán recogidas de datos para proyectos científicos relacionados con la constelación de satélites Galileo de la Agencia Espacial Europea; la búsqueda de vida (microorganismos) en el aire hielo y en el hielo; pruebas de dispositivos que viajarán a Marte; datos sobre contaminantes persistentes; y recogida de testigos de hielo para analizar el cambio climáticos, estudios meteorológicos, entre otros.