Europa lanza el Sentinel-2B, su quinto satélite de observación

Dicho satélite, cuyo peso alcanza 1,1 toneladas, fue lanzado a las 01:49 GMT del 7 de marzo a bordo de un cohete Vega desde el Puerto Espacial Europeo de Kourou (en la Guayana Francesa). La primera etapa se separó 1 minuto y 55 segundos tras el despegue, luego de la segunda etapa a los 3 minutos y 39 segundos, del carenado a los 3 minutos y 56 segundos, y de la tercera etapa a los 6 minutos y 32 segundos.

Tras dos encendidos más, la etapa superior del cohete Vega envió el Sentinel-2B a la órbita prevista, síncrona al Sol. Tal satélite se separó a los 57 minutos y 57 segundos de vuelo. En ese momento, los controladores del centro de operaciones de la ESA en Darmstadt (Alemania) establecieron los enlaces de telemetría y el control de actitud, permitiendo así que se activasen los sistemas de Sentinel.

Además, el panel solar del satélite también se ha desplegado. Tras esta primera fase de lanzamiento y órbita temprana, que suele durar tres días, los controladores comprobarán y calibrarán los instrumentos para la puesta en servicio del satélite. Se espera que la misión inicie sus operaciones dentro de tres o cuatro meses.

"Con este lanzamiento, el programa Copernicus, que es el sistema de observación de la Tierra más sofisticado que existe, avanza un paso más. En los próximos meses tenemos previsto añadir a la constelación otros dos satélites: Sentinel-5P y Sentinel-3B", afirma el director general de la ESA Jan Woerner.

La misión de toma de imágenes Sentinel-2 se basa en una constelación de dos satélites idénticos, el Sentinel-2A que fue lanzado en junio de 2015 y este Sentinel-2B. Aunque propulsados separadamente, ambos se encuentran en la misma órbita con una separación de 180°. Cada cinco días, entre los dos quedará cubierta toda la superficie terrestre, las mayores islas y las aguas costeras y continentales entre las latitudes 84° S y 84° N, optimizando la cobertura global y la provisión de datos.

Cada satélite transporta una cámara multiespectral de alta resolución, con 13 bandas espectrales que aportan una nueva perspectiva de la superficie emergida y la vegetación. "La combinación de la alta resolución y las nuevas capacidades espectrales, así como un campo de visión que abarca 290 km. de ancho y sobrevuelos frecuentes, proporcionará vistas de la Tierra sin precedentes", ha indicado la ESA en su web.

"La información de esta misión va a contribuir a mejorar las prácticas agrícolas, vigilar los bosques del planeta, detectar la contaminación en lagos y aguas litorales, y elaborar mapas de desastres", ha precisado la Agencia Espacial Europea en dicha nota de prensa.

"He participado personalmente en Copernicus desde el primer día, ayudando a darle forma a lo largo de todo el camino. Por eso, me siento muy satisfecho al ver que la constelación de satélites roporciona datos para los servicios con lo que siempre hemos soñado", ha explicado Josef Aschbacher, director de Programas de Observación de la Tierra de la ESA.

"Con el lanzamiento de Sentinel-2B, Sentinel-2A ya tiene a su gemelo en el espacio. Así, gracias al sensor de alta resolución de 13 canales, disfrutaremos de cobertura global cada cinco días, algo inaudito en esta clase de satélites. Estoy deseando ver qué nuevas aplicaciones nos permitirá desarrollar Sentinel-2, ahora que su constelación está completa", ha añadido Aschbacher.

Un «salto gigante» para Europa

Las seis familias de satélites Sentinel conformarán el núcleo de esa red de vigilancia medioambiental Copernicus, una iniciativa de la UE para escudriñar información operacional de las superficies emergidas, los océanos y la atmósfera terrícola a fin de facilitar la adopción de políticas medioambientales o de seguridad, así como "para responder a las necesidades de ciudadanos y proveedores de servicios" a juicio de la ESA.

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Maros Sefcovic, celebró el "salto gigante" que supone el Sentinel-2B. "Los ciudadanos europeos pueden estar orgullosos", declaró respecto a lo que son "buenas noticias para la agricultura, para el clima y el medio ambiente, la detección de contaminación en el agua y nuestra capacidad de gestionar desastres".

La comisaria de Industria, Elzbieta Bienkowska, aseguró que Copernicus es "el sistema de observación de la Tierra más avanzado del mundo" y que, con lanzamiento del Sentinel-2B, "habrá más datos disponibles para desarrollar nuevos e innovadores servicios y aplicaciones".