El vertebrado más longevo es el tiburón de Groenlandia

El tiburón de Groenlandia es, literalmente, un bicho raro. Puede llegar a medir seis metros, su piel es venenosa si se consume sin tratar produce efectos similares a los de una borrachera, la mayoría son ciegos por culpa de un parásito bioluminiscente que anida en su ojo, suele vivir a más de 2.000 metros de profundidad y, aunque son de movimientos lentísimos, en su estómago se han encontrado restos de osos polares, focas y calamares. Hasta ahora, se sospechaba que podían vivir al menos 200 años porque crece extremadamente despacio un centímetro al año pese a su gran tamaño. Ha hecho falta un estudio mucho más sofisticado para determinar la fecha real.

Los métodos tradicionales para determinar la longevidad de un escualo no sirven con el tiburón de Groenlandia, también conocido como tollo boreal. Los científicos responsables del trabajo decidieron estudiar por radiocarbono la misma técnica que se usa para datar antigüedades la edad de 28 hembras que se habían pescado por error. Los resultados fueron sorprendentes. Entre el más anciano y el más joven desde los 80 centímetros hasta los 5 metros había una diferencia de edad de 272 años. Y solo en los más pequeños, de menos de 2,2 metros, se encontraron pruebas de que habían nacido después de los años 60.

Bombas atómicas

Cuando los científicos están poniendo fecha a objetos o seres vivos modernos se encuentran a menudo con una barrera infranqueable. Durante los años 60 se detonaron tantas bombas atómicas que cambiaron las proporciones de isótopos radiactivos que existen en el planeta. Con ellas, echaron al traste la posibilidad de datar con precisión acontecimientos o restos a partir de esa época. Pese a todo, los investigadores han calculado que el rango de edades entre los tiburones «pre-atómicos» indica que llegan a la madurez sexual entre los 135 y los 180 años. De media, estiman, alrededor de los 150. Pudieron hacerlo porque hay una región del ojo que se forma durante la gestación y no cambia nunca más.

Sobre el especimen más grande de todos, el de cinco metros, sus cálculos indican que tiene unos 390 años, aunque con un margen de error muy amplio. Tal vez tiene 500, o igual solo 300 con los que aún mantendría el récord. «En cualquier caso, nuestros resultados muestran que el tiburón de Groenlandia es el vertebrado más longevo conocido», recalcaron los científicos.