José Luis Álvarez
Jueves, 4 de septiembre 2014, 20:49
Los investigadores han secuenciado el genoma del café, arrojando luz sobre la evolución de la cafeína en las plantas, además de proporcionar conocimientos sobre el sabor y aroma tan codiciados en esta bebida popular. Según publica la revista 'Science', la secuencia del genoma también da ... a los científicos una herramienta para localizar rápidamente los genes específicos en los cromosomas individuales de café, un recurso que les ayudará a mejorar el cultivo de la planta, acelerar el desarrollo de nuevas variedades y aumentar la resistencia de las plantaciones a las presiones ambientales, como son el cambio climático y plagas.
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Francia Denoeud y sus equipo de investigadores utilizaron la tecnología de secuenciación avanzada para desarrollar el proyecto de genoma de la coffea canephora, comúnmente conocida como café robusta -especie originaria de África occidental-, y la fuente de aproximadamente el 30% del café producido en todo el mundo. La coffea canephora es una de las dos especies más importantes de café en el mercado, junto con coffea arabica, que -debido a su sabor menos ácido (como resultado de los niveles de cafeína inferiores)- representa la segunda especie más demandada de la producción mundial de café .
Para identificar las familias de genes únicos para canephoroa, Denoeud introdujo en un software de genómica comparativa las secuencias de las proteínas de las plantas de café, vid, tomate y de la arabidopsis -una especie de herbácea-. De esta manera, los investigadores identificaron más de 16.000 genes en estas plantas que se originaron a partir de un solo gen de un último ancestro común.
Análisis posteriores revelaron valiosas adaptaciones únicas a los genes de café, incluyendo cambios para la resistencia a la enfermedad y la producción de cafeína; las enzimas que intervienen en la producción de cafeína del café se adaptaron de una manera diferente a las del cacao y del té. En comparación con arabidopsis, que tiene un gen para el ácido linoleico, un elemento clave para el aroma y el sabor, el café tiene seis.
El investigador Dani Zamir destaca en el artículo de 'Science' que la secuenciación del genoma del café abre la puerta a nuevas herramientas para mejorar el producto, particularmente la diversidad de las plantas que poco a poco van disminuyendo.
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Como parte de este proceso, Zamir propone que los científicos compartan los datos fenotípicos (en rasgos como el aroma y sabor) de manera que las secuencias de genes puedan estar claramente vinculadas a los fenotipos deseables que subyazcan. Este esfuerzo es fundamental para garantizar que persista la variedad de plantas del cafe, lo que a su vez ayudaría a mitigar los efectos de las enfermedades y del clima.
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