No hay acontecimiento en el mundo que movilice a tanta población como el Año Nuevo chino, que en este 2025 (4723, según el calendario local) sirve para dar la bienvenida a la serpiente de madera. Trabajadores que vuelven a sus ciudades y a sus pueblos ... de origen, emigrantes que regresan a su casa desde todos los rincones del planeta, extranjeros que quieren disfrutar de una de las mayores fiestas del mundo y turistas que utilizan estos días para desconectar y relajarse en países cercanos como Tailandia o Vietnam, pero también en Europa, Estados Unidos o Australia se mueven por los 5.000 millones de kilómetros de las carreteras del país o por los 47.000 kilómetros de su red ferroviaria, la más extensa del mundo.
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La suma de todas estas decisiones personales ofrece un resultado que se escapa de la lógica: China registrará en el 'chunyun', la temporada de viajes de primavera que va este año desde el 14 de enero hasta el 22 de febrero, el récord de desplazamiento de su historia, con más de 9.000 millones de viajes, seis por cada ciudadano, aunque quizá el día más tranquilo de la semana central del Año Nuevo haya sido este miércoles, 29 de enero, la fecha principal de unas festividades cuya semana grande discurre entre el 28 de enero y el 4 de febrero.
En concreto, el Ministerio de Transportes chino estima que se realizarán 510 millones de desplazamientos en tren y más de 90 millones en avión, pero para la inmensa mayoría de los viajes se utilizará el coche u otros medios de transporte por carretera, como el autobús.
La serpiente de madera que se conmemora en este 4723 resulta de la combinación de uno de los doce animales que conforman el horóscopo chino (rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo) con uno de los cinco elementos celestes del calendario (madera, oro-metal, agua, fuego y tierra). Los astrólogos creen que la serpiente de madera augura un año de sabiduría, intuición y renovación que invita a los chinos a la introspección, la reflexión y la búsqueda del equilibrio emocional, aunque los enormes gastos de estos días permiten intuir que los ciudadanos prefieren cada vez más la felicidad material que la espiritual.
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Limpiar las casas a fondo, colgar recortes de papel para atraer a la buena suerte, decorar las calles, participar en los multitudinarios desfiles, lanzar fuegos artificiales y organizar grandes banquetes son las principales tradiciones de estos días, aunque cada vez más chinos rompen con las obligaciones familiares y se decantan por aprovechar para hacer turismo. Dentro del país, los destinos estrella este año son las regiones del norte, como Jilin o Heilongjiang, donde practicar esquí y otros deportes de invierno, y las ciudades del delta del río Perla como Cantón. Y fuera del país, Italia, Francia, España, Alemania, Nueva Zelanda y Australia lideran siguen liderando los destinos de larga distancia, aunque países de Oriente Medio como Egipto y los Emiratos Árabes Unidos atraen también a los chinos.
La serpiente de madera sirve para dejar atrás el 2024, que fue un año del dragón también de madera. El presidente chino, Xi Jinping, cree que en el dragón de madera China «ha superado tormentas y ha visto el arcoíris», una afirmación apuntalada por el último éxito tecnológico del país, la irrupción de la inteligencia artificial DeepSeek, que ha puesto contra las cuerdas a los modelos norteamericanos. «Hemos demostrado una vez más que, con trabajo duro, no hay ninguna dificultad u obstáculo que el pueblo chino no pueda superar», dijo Xi.
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