Vista del pantano de Sau, en la localidad barcelonesa de Vilanova de Sau, después de las lluvias caídas en Cataluña entre el sábado y el domingo. EFE

Cataluña descarta la llegada de buques cisterna en verano por la sequía

Las lluvias de marzo alivian la situación y el Govern no adoptará de momento nuevas restricciones

Jueves, 4 de abril 2024, 14:21

Los barcos procedentes de Valencia con destino a Barcelona cargados de agua tendrán que esperar. El Govern catalán ha descartado este jueves la llegada de grandes buques cisterna para este verano, como estaba previsto si la situación de la sequía seguía empeorando. Cataluña se mantendrá ... en fase de emergencia, pero no entrará en el segundo estadio de la fase de emergencia, que contemplaba nuevas restricciones y la adopción de medidas más severas como la llegada de barcos para suministrar agua al área metropolitana de Barcelona.

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Las lluvias caídas en Cataluña durante el mes de marzo han aliviado la situación, que continúa siendo crítica, pero permiten a la administración catalana retrasar al menos dos meses la adopción de nuevas restricciones. En verano, por tanto, según ha anunciado este jueves el Gobierno catalán, la ciudadanía no sufrirá nuevas medidas para paliar los efectos de la sequía, pero se mantienen todas las restricciones que están en vigor.

Los pantanos del sistema de los ríos Ter y Llobregat, que son los que suministran agua al área metropolitana de Barcelona, donde se concentran más de cinco millones de los ocho millones de habitantes que viven en Cataluña, han recibido con las lluvias de marzo 20 hectómetros de agua. Cataluña ha ganado reservas para dos meses. Los barcos están descartados a corto plazo, pero no a medio o largo plazo, si la sequía persiste en los próximos meses.

A día de hoy, el Govern asegura que la situación es de «extrema gravedad», pero no tanto como semanas atrás, cuando se miraba al cielo y no caía ni una gota. La entrada en emergencia se fijó cuando los pantanos se situaron por debajo del 16% de su capacidad. Ahora están al 18%, pero la Generalitat no se plantea de momento pasar de emergencia a preemergencia o excepcionalidad. «Las reservas de agua son escasas y pese a las últimas lluvias generalizadas no se puede instalar la sensación de que el escenario ya no es de extrema gravedad», ha advertido la portavoz del Govern, Patrícia Plaja.

Las restricciones que están en vigor prohíben llenar (total o parcialmente) todo tipo de piscinas (excepto las que se usan para la práctica deportiva). Después de meses intentando retrasar la decisión, el Gobierno catalán decretó el pasado mes de enero la entrada en la fase de emergencia por sequía, que tiene tres niveles, a cada cual más severo. En la primera fase de emergencia, el consumo de agua por persona y día se reduce a 200 litros. En la segunda fase, cae a 180 litros y en el tercera, la más grave, a 160 litros. Hay más restricciones. El riego agrícola se reduce un 80%, un 50% el ganadero y un 25% el industrial. Está prohibido el uso de agua potable para limpiar las calles y está prohibido el riego de jardines.

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